Lucha contra el coronavirus

Última hora coronavirus | El rastreo de contactos a más de dos días aumenta los casos

photo_camera El covid auto recoge muestras por PCR de personas sospechas de haberse contagiado. (MARTIÑO PINAL)
La ampliación del estudio de cada contagio destapa en dos semanas 33 positivos en Galicia

A finales de abril, la directora xeral de Saúde Pública, Carmen Durán, anunció la puesta en marcha de un proyecto piloto de retrorrastreo. Esto supone la ampliación de los contactos en los últimos dos días a los siete. Este cambio sirvió para detectar en dos semanas 33 positivos en toda Galicia y algunos de ellos en Ourense. Los rastreadores en la provincia se encontraron con un “vínculo de transmisión” entre los positivos y estos contactos más casuales que se infectaron, como explica Olaia Pérez, técnica de Saúde Pública. 

Esta forma de rastrear los positivos sigue vigente más de un mes después dada la situación actual de la pandemia que lo permite. “Este plan deseñouse porque a incidencia era máis baixa e permitíanos ter máis recursos humanos para o rastrexo, pero tamén porque era preciso ampliar esa busca a medida que se relaxaban as restricións”, detalla Pérez. Esta nueva iniciativa permitió ampliar la capacidad de diagnóstico en Galicia, con un resultado efectivo: “Facilitounos a posibilidade de vincular algúns positivos a brotes xa detectados, polo que se controlaron mellor”.

La desescalada de la tercera ola priorizó el desarrollo de cribados para detectar positivos en los concellos que subían de incidencia. En los últimos que se llevaron a cabo, la aparición de algún contagio se volvió más complicada. “Tivemos que crear un tipo de contacto menos específico para saber o que funcionaba. A nosa outra opción para obter casos son os cribados e, cunha transmisión controlada, o probable é que fagamos 3.000 PCR e haxa un positivo, con sorte”, comenta la técnica. Por ello iniciaron el proyecto con rastreos más amplios para posibles contagios. 

Minimizar casos

Este tipo de rastreo ayuda a minimizar los casos huérfanos de origen y mejoran la trazabilidad de los brotes. “A moita xente que chamamos non sabe onde se contaxiou, polo que é neses casos nos que tratamos de buscar outras posibilidades que dean coa orixe da transmisión”, afirma Pérez. En muchos de esas situaciones, la persona que transmitió el virus era asintomática, por lo que su detección sería improbable si no se hubiese ampliado el rastreo: “Terían pasado desapercibidos”, apunta. 

 El método, que sigue vigente para los rastreadores tras los buenos resultados, amplía las cadenas de transmisión y facilita un mayor conocimiento sobre las formas de actuación del virus. Los encuentros continúan siendo igual que antes y se les da a las personas unas horas para repasar el listado de personas y los lugares en los que estuvieron durante los últimos días: “Xa nos topamos con casos que, ao facer ese repaso, deron con algún contaxiado e descoñecían esa situación”, cuenta la técnica. Este tipo de vínculos son los que permiten establecer una posible relación con el origen del brote.

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