Historias de un sentimental

Recuerdos del ourensano Grupo de folk cantigas, el mejor que hubo en galicia

En la primavera de 1969, o sea, va para 53 años, en los estudios de Radio Popular de Ourense llevamos a cabo la grabación de las canciones originales del que fue, a mi entender y el de otros, el mejor grupo musical que ha dado Galicia en nuestro tiempo, pese a su corto vuelo, los problemas que hubo de soportar a causa de la censura como consecuencia de su compromiso y la belleza y profundidad de sus letras, debidas a la autoría de Nito Contreras. Ahora, gracias a su generosidad, el repertorio completo se puede disfrutar en Youtube. Hablamos del ourensano grupo Folk Cantigas. Tuve la precaución de conservar aquella grabación y depositarla en el Arquivo Sonoro de Galicia. Eran un grupo compacto, de chicos y chicas jóvenes, creo recordar que estudiantes de Magisterio, que dejaron su impronta en la historia de la música popular en Galicia. No aceptaron las imposiciones de una casa discográfica que se interesó por ellos, pese lo cual dejaron memoria de su quehacer por aquella lejana Galicia. Recuerdo uno de sus recitales en La Troya de Ourense, en el que tararearon las letras de sus canciones, ya que el Gobierno Civil censuró sus letras. Todavía me emociona el recuerdo.

De sus canciones, todavía siento viva aquella que decía: “Hai nas nosas chairas galegas unha néboa encheita de escuridade, onde o verme esgarabella nos ollos das liberdades. Homes que van rente miña, xoguetes son de eiquí pra lá, soio pra morrer de fame lles deixan ter a libertade”. Aunque también cantaban canciones populares y de los poetas gallegos, su verdadero valor era la originalidad de su compromiso expresado en sus letras, escritas por Nito Contreras, que una otra vez eran tachadas por la censura de la Delegación en Ourense del Ministerio de Información y Turismo, y el Gobierno Civil, que enviaba a dos agentes de la Brigada Político Social a tomar nota de sus recitales. Resulta insólito pensar que entonces, los que hacíamos teatro o los grupos musicales, teníamos que llevar a sellar los libreros de las obras, ya fueran los clásicos, o las canciones originales de grupos musicales.

Nito Contreras y su hijo Manuel, que residen en Roma han restaurado sus grabaciones y las ofrecen generosamente en Youtube, donde es fácil recuperarlas. Todavía recordamos, aquel mismo año de 1969 cuando se presentaron en el Museo Provincial, acogidos a la hospitalidad de Ferro Couselo. Allí estaban arropándolos don Ramón Otero Pedrayo, Blanco-Amor, Xaquín Lourenzo, Leuter, López Cid, Carlos Casares, Manolo de Dios, Xaime Quesada y Virxilio. El gobernador civil de la época, cuyo nombre no merece ni el recuerdo, estaba obsesionado con perseguirlos desde que cantaron el himno gallego en la catedral. Aquel grupo también tuvo sus premios en el festival Folk de Mondoñedo en 1970, como precursores de Fuxan os Ventos, que lo ganaría dos años después.

En Mondoñedo actuaron aquel 1970 en el mismísimo seminario y de su triunfo dio cuenta La Región. Participaban doce grupos parecidos, pero Folk Cantigas se impuso a todos. Quiero recordar hoy los nombres de aquellos pioneros (uno de ellos llegaría a ser un alto cargo de la Xunta): Los hermanos Teresa, Emma y Luis Framil, Paco Ferro y Benito Contreras, su director, acompañados de Manolo González, flauta. Aquel día cantaron como siempre obras originales: “Canto a Galiza”, “O paisano” y “Pensamentos”, todas ellas canciones modernas inspiradas en nuestro folklore. Recuerdo que aparte de los citados, formaban parte del grupo dos chicas más, pero mi memoria no me quiere devolver sus nombres en estos momentos.

La calidad de las letras, el ensamblaje de las voces y la flauta de Manolo González lograban que el conjunto fuera armonioso y que las letras de compromiso con Galicia sonaran como un bello canto a la tierra y a sus gentes. Yo fui de los privilegiados que pudo disfrutar de ellos en directo y de asistir a la famosa grabación de su repertorio en los estudios de Radio Popular de Ourense aquel lejano día de hace más de medio siglo. Y me alegro de haber tenido la feliz idea de guardar una copia que con el tiempo depositaría en el “Arquivo Sonoro de Galicia”, en Santiago, entre otros tesoros, como una retransmisión del Festival del Miño.

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