El perro que el pasado 3 de junio atacó a un niño de cuatro años cuando jugaba en Sambreixo (Palas de Rei-Lugo) fue adoptado por un ourensano, que ya lo tiene en su finca, junto con más perros.
Su nuevo dueño lo recogió el jueves en el Centro de Protección de Animales y Plantas de Lugo, donde apenas estuvo dos días. 'Lo desparasitamos, vacunamos y curamos una herida que tenía en el cuello, posiblemente a causa de estar atado con una cadena', afirmó el responsable del citado centro, Javier García, negándose a facilitar cualquier información sobre la identidad de la persona que adoptó el animal y el lugar en que se encuentra. 'Está en manos de una persona responsable', recalcó con todo García Calleja.
La adopción no fue fácil, dado que los responsables del Centro de Protección de Animales lucense, a donde llegó el animal por orden judicial, consultaron con varios veterinarios y expertos antes de entregárselo a su nuevo dueño. 'Sabemos que está en buenas manos, en las más adecuadas, y que va a ser un perro feliz durante el tiempo que le queda', apuntó Javier García.
A su entender, el animal siente terror ante los humanos, se le nota en la mirada, 'porque debió de ser muy maltratado, una víctima del ser humano', lamentó el responsable del centro lucense, afirmando que ese odio fue el que le llevó a atacar al menor.
El perro, un cruce de mastín, ocasionó varias mordeduras en la cabeza al menor, que fue ingresado en la Unidad de Pediatría del Complexo Hospitalario Xeral-Calde, de Lugo, aunque en la actualidad ya se recupera en su domicilio. El animal vagabundeaba por el pueblo y los gritos del niño agredido, que se encontraba en compañía de un hermano gemelo, alertaron a la familia, que logró frenar la agresión. El perro no disponía de microchip, por lo que se cree que se trata de un animal abandonado.
La adopción no fue fácil, dado que los responsables del Centro de Protección de Animales lucense, a donde llegó el animal por orden judicial, consultaron con varios veterinarios y expertos antes de entregárselo a su nuevo dueño. 'Sabemos que está en buenas manos, en las más adecuadas, y que va a ser un perro feliz durante el tiempo que le queda', apuntó Javier García.
A su entender, el animal siente terror ante los humanos, se le nota en la mirada, 'porque debió de ser muy maltratado, una víctima del ser humano', lamentó el responsable del centro lucense, afirmando que ese odio fue el que le llevó a atacar al menor.
El perro, un cruce de mastín, ocasionó varias mordeduras en la cabeza al menor, que fue ingresado en la Unidad de Pediatría del Complexo Hospitalario Xeral-Calde, de Lugo, aunque en la actualidad ya se recupera en su domicilio. El animal vagabundeaba por el pueblo y los gritos del niño agredido, que se encontraba en compañía de un hermano gemelo, alertaron a la familia, que logró frenar la agresión. El perro no disponía de microchip, por lo que se cree que se trata de un animal abandonado.
