La diferencia de renta entre los concellos más pudientes y con menos capacidad económica en la provincia se redujo de forma drástica durante la pandemia. La Estadística de los declarantes de IRPF de 2020 por municipios de la Agencia Tributaria, publicada hace unos días, ofrece una perspectiva integral de la renta personal bruta (antes de reducciones, mínimos y gastos deducibles) de las personas declarantes y estrecha el cerco entre Pereiro de Aguiar, el municipio con mayor capacidad económico entre sus residentes, y Vilardevós, el que registra menor renta -solo se desgranan los municipios con más de 1.000 habitantes-.
La campaña de la Renta de 2020, presentada entre los meses de abril y junio de 2021, fue extraordinaria al recoger los efectos de las restricciones pandémicas y haber acabado con récord de declaraciones presentadas, debido, fundamentalmente, a la incidencia de los ERTE, que obligaron a mucha gente con bajos ingresos a declarar pese a no llegar al mínimo, al tener dos pagadores, al contar también el Estado como uno de ellos.
Distintas tendencias
Los municipios de corte industrial (Pereiro y San Cibrao) son los más castigados por el efecto pandemia, mientras que los más dependientes de las pensiones apenas notaron la crisis y crecieron con fuerza.
Pereiro sigue siendo el municipio más rico, pese a que la Agencia Tributaria realiza una severa corrección y deja en 26.080 euros la renta media, manteniéndose, eso sí, como líder indiscutible de la provincia pese a caer un 16%. El efecto ERTE y la crisis covid se deja notar en esta caída, como sucede en San Cibrao das Viñas (el otro municipio industrial), que cede un 6,8% sus rentas. Son dos municipios muy dependientes de los salarios y beneficios empresariales y que han notado con fuerza el efecto crisis. También lo notan las principales villas y cabeceras comarcales, que ven disminuir la renta media.
En contraposición, los concellos tradicionalmente más pobres recortan distancias y todos crecen con fuerza, por encima del 3% en muchos casos, por su fuerte dependencia de las pensiones, que no sufrieron los embates de la crisis y las restricciones.
El dato más preocupante lo muestra la ciudad, que es la última de las siete gallegas en renta bruta media.
