Ultimátum a Ourense: 4 concellos del área ofrecen suelo para el geriátrico de O Pino

El Concello de Ourense tiene 24 horas para desbloquear el futuro geriátrico de la Fundación Amancio Ortega en O Pino, que podría “volar” a cuatro ubicaciones fuera de la capital si los grupos del gobierno local no accionan el único botón posible: dar el ‘ok’ a la cesión de terrenos. Un lío exclusivamente político y urbanístico impide que un proyecto que generará 120 plazas residenciales y 110 puestos de trabajo -y en el que la fundación asumiría la inversión completa de 12 millones- no prospere. El Concello de Ourense solo tiene que ponerse de acuerdo para decir “sí” a una iniciativa que prevé ser vanguardia en Europa, que generará un centenar de empleos y en el que toda la inversión viene dada.

Fuera, "como la seda"

La situación es insólita: las otras seis urbes gallegas en las que la fundación creará centros residenciales avanzan con los trámites para construir un proyecto que en la capital ourensana se estanca. “Como la seda”, dicen desde la Xunta sobre el resto de capitales gallegas. El pleno de mañana debatirá el asunto al que ya han dado portazo en dos ocasiones. Según ha podido saber este periódico, el gobierno autonómico no admitirá una tercera negativa por respuesta. El geriátrico tiene quien lo quiera: hay ubicaciones disponibles en cuatro concellos de la provincia si el gobierno de la ciudad se enfrasca en sus tánganas políticas. La Xunta prefiere que la residencia se sitúe en la ciudad, ya que en 2019 firmaron un convenio con la fundación para dotar de geriátricos a las siete urbes de Galicia. Sin embargo, dos años después, la continua parálisis en el gobierno local para acceder a la cesión de terrenos, colma la paciencia del Ejecutivo autonómico. Si el pleno de mañana no desbloquea el asunto en esta tercera ocasión, hay cuatro ayuntamientos ourensanos que ya se han ofrecido a la Xunta para ceder parcelas y construir el deseado geriátrico en sus municipios. Son San Cibrao, Pereiro de Aguiar, A Peroxa y Castrelo de Miño.

¿Qué hay que hacer?

La pelota está por tercera vez en el tejado del gobierno local, que en el pleno de septiembre no logró la mayoría absoluta para el cambio necesario en el arcaico plan de urbanismo. Un lío burocrático que sólo conseguirá salvarse con mayoría absoluta dificulta los trámites del geriátrico. La clave está en el “uso” de la parcela, un concepto administrativo por el que los terrenos de O Pino en los que se quiere colocar la residencia estaban destinados al “uso” de la antigua estación de autobuses. Ya no hay estación. Ese cambio necesario en los términos de uso de la parcela -para que los papeles digan que ahora será destinada a un geriátrico- necesita una mayoría absoluta en el pleno. Es así porque las modificaciones del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), una normativa de envergadura, obligan a una mayoría absoluta (14 de 27 concejales necesarios) en el pleno. Solo votaron a favor PP, DO, Cs y los no adscritos Miguel Caride y Laureano Bermejo (13 votos). La ausencia de las no adscritas María Dibuja y Maite Garrido evitó la aprobación en el pasado pleno, tras abstenerse PSOE y BNG. Nacionalistas y socialistas ponen el foco en las garantías “jurídicas” de ese cambio de uso de la parcela en el PXOM. Mañana es la enésima oportunidad de sacar adelante un proyecto anunciado hace ya dos años y que otras urbes gallegas han puesto en marcha.

Residencias

Ourense es la provincia con mayor número de plazas residenciales por habitante de España: por cada 100 ourensanos hay 5,7 plazas en un geriátrico. También destaca en Galicia: más de un centenar de centros -en la comunidad suman 320- están ubicados en la provincia. Es decir, más de un 30% de los geriátricos gallegos se sitúan en Ourense, una provincia que quiere avanzar en la apuesta por el envejecimiento activo y la longevidad con varios proyectos que conviertan en una oportunidad el envejecimiento de la población. El del geriátrico de O Pino, si prospera, es uno de ellos.