Tras una larga noche abasteciendo de regalos a los niños y niñas de Ourense, Gaspar, Melchor y Baltasar madrugaron la mañana de Reyes para hacer una de las entregas más especiales: los más pequeños del CHUO recibieron los presentes que les llevaron sus mismísimas majestades en persona.
Las caras de ilusión se sucedían entre los más pequeños después de abrir las sorpresas. Según la realeza todos ellos fueron merecedores, y es que el carbón no asomó en ningún momento por las puertas de las habitaciones. Además de visitar a los más pequeños, los Reyes Magos se montaron en una grúa facilitada por los bomberos de Ourense para saludar al resto de pacientes del hospital.
Dos pequeños estrenan sus juguetes en una plaza.
Algunos hablaban de su preferencia de los Reyes sobre Santa Claus: “Son más tradicionales”, afirmaba un paciente, “hace años venía Papa Noél, pero eso era una estrategia de comercio”, desvelaba.
Los de Oriente, aunque llevan trajes aterciopelados y barrocos -a la moda del siglo III después de Cristo-, no olvidaron sus mascarillas en casa, ya que visitaron las instalaciones del hospital durante una jornada con récord de contagios en el área sanitaria.
En la ciudad, las colas se sucedían en las panaderías para comprar el roscón de última hora. Algunos negocios agotaron existencias y otros vendieron hasta bien entrado el mediodía. Las calles y paseos las ocupaba la emoción de los más pequeños. Muchos salieron a estrenar sus nuevas bicis o patines que los Magos dejaron en sus casas.
#ahoramismo
— La Región (@LaRegion) January 6, 2022
Largas colas en las confiterías de #Ourense para comprar el Roscón de #Reyes 👇. pic.twitter.com/RJCKUjqlql
