La Ribeira Sacra abrió un millar de plazas hoteleras en la última década

El turismo revitaliza los concellos ourensanos de la candidata a Patrimonio Mundial: hay casi el doble de camas que en 2013 
Si en Parada de Sil se ocupasen todas las plazas hoteleras un fin de semana (421), habría casi tantos turistas como vecinos en la zona (531). Este ejemplo es el fiel reflejo del bum de la Ribeira Sacra ourensana experimentado en los últimos años, un turismo de interior que busca afianzarse con el reto de la declaración de Patrimonio Mundial de la Unesco. Las exigencias son múltiples y la candidatura ha vuelto a reactivarse tras deficiencias detectadas por el organismo internacional. Un congreso pretende impulsar ahora la lucha de este paisaje cultural para ser Patrimonio de la Humanidad. Expertos de todo el mundo debaten sobre territorios valiosos en el Parador de Santo Estevo (Nogueira de Ramuín), uno de los concellos implicados en el éxito turístico: en los 10 municipios analizados, las plazas hoteleras son casi el doble que hace una década. Solo desde la pandemia, cuando el sector pasó por sus momentos más duros, se habilitaron cerca de medio millar de plazas más.

El conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, participó ayer en el congreso internacional que pretende reactivar la candidatura, en el parador de Santo Estevo. Recordó que el proyecto de la Ribeira Sacra “ten un significado social e económico moi alto” y aludió al declive demográfico, “unha perda moi profunda neste territorio, que precisa estímulos de desenvolvemento para involucrar á sociedade civil e cambiar esa tendencia”. 

Cronología

En 2018, la Xunta declaró Bien de Interés Cultural (BIC) el territorio de la Ribeira Sacra, que incluye 22 concellos (10 de Ourense y 12 de Lugo). Este reconocimiento era el paso previo para aprobar la candidatura a la Unesco, un objetivo que empezó a consolidarse en 2019. El análisis de las plazas hoteleras en la decena de municipios ourensanos implicados permite comprobar el peso que el turismo ha ido ganando en el territorio. En este punto, cabe recordar que el BIC no incluyó en su día a otros tres concellos de la provincia que ya forman parte del geodestino Ribeira Sacra: Manzaneda, Chandrexa de Queixa y Pereiro. Sin embargo, para ceñirnos a los municipios implicados en la candidatura, el análisis se centra en la evolución de las plazas hoteleras de Castro Caldelas, Esgos, Montederramo, Nogueira de Ramuín, Parada de Sil, A Peroxa, A Pobra de Trives, San Xoán de Río, A Teixeira y Xunqueira de Espadanedo.

Tras el covid

El aumento exacto de plazas hoteleras (estas incluyen modalidades como hoteles, hostales, apartamentos, albergues…) es de 1.026 en la última década. Sin embargo, es llamativo que desde el 2019, cuando la epidemia paralizó el sector, los municipios ourensanos de la Ribeira Sacra incrementaron 439 plazas hoteleras.

El crecimiento más disparado es el de Parada de Sil. Hace 10 años apenas tenía 56 camas, ahora son 431, siete veces más. Pero es que desde el 2019, este municipio ha sumado más de un centenar de plazas. De hecho, el concello con más plazas de los 10 señalados es A Pobra de Trives (862), sin embargo, es el que menos evoluciona, ya que hace una década ya disponía de 694 plazas y desde la pandemia incluso pierde: hay 66 camas menos que en 2019.

Nogueira de Ramuín es el siguiente municipio con más camas (ofrece 402 camas, 126 más que en 2013).

En Castro Caldelas, han rentabilizado el bum turístico considerablemente: hay más del doble de plazas que hace una década, hasta alcanzar las 202.

A Teixeira, uno de los municipios más pequeños, multiplicó por cinco sus opciones de alojamiento, pasando de 27 puestos a 130. 

En Xunqueira de Espadanedo se ofertan el triple de plazas que en 2013, hasta cubrir las 32. También se multiplica por tres en Montederramo, que pasa de 35 a las 86 actuales.

El resto de concellos logra duplicar sus camas: es el caso de Esgos, que pasa de 11 a 21; A Peroxa, de 43 a 79 y, en menor medida, San Xoán de Río, que ofrece 37 puestos frente a los 19 que había hace una década. De hecho, Río es el otro único concello ourensano que desciende el número de camas -junto a Trives- respecto a antes de la pandemia, y lo hace mínimamente: en 2019 había 38 camas, solo una más que en la actualidad. El sector turístico sigue fiando su expansión al interior ourensano.

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