Los ingenieros agrícolas de Ourense renuevan su cúpula
Pepe Paz, presidente do Colexio de Enxeñeiros Agrícolas: “Temos que facer un novo rural con mais industrias agroalimentarias”
Empleo
Las entrañas de la precariedad laboral de las plataformas de reparto a domicilio son feas y llenas de fochancas. La conocida como “ley rider” que en agosto entró en vigor para obligar a estas multinacionales a contratar a los repartidores (eran “falsos” autónomos) logró justo lo contrario: Ourense tenía 100 repartidores antes de esta normativa, ahora son una treintena. “La empresa ha despedido a 20 recientemente, a muchos tras tener accidentes. Hay cuatro compañeros a los que han echado tras caerse con la lluvia”. Hablan Andrés Trujillo y Daniel Núñez, repartidores y responsables de una iniciativa local que pretende descolocar a las grandes compañías. El primero ha desembolsado parte de su capital en crear una app “de Ourense y para Ourense”, con la que pretende hacer sombra a los peces gordos. No solo eso: prometen que los pedidos llegarán más rápido a través del nuevo servicio -se llama Dora, Domicilios Rápidos- y, en consecuencia, serán las grandes plataformas las que la “paguen” con mayor tiempo de espera en sus servicios.
“Las grandes plataformas te asignan varios pedidos a la vez y no puedes hacer ‘pausa’. Es decir, si tienes tres pedidos, hasta que no recoges todos, no puedes empezar a repartir el primero. Entonces, el tiempo mínimo de estas empresas para entregar un pedido es de 40 minutos. Ahora nosotros nos vamos a adelantar. Con Dora pensamos en que sólo se nos asigne un pedido a cada repartidor. Con eso garantizamos que lo máximo que vamos a tardar será de 15 minutos. Y así, los pedidos de las grandes plataformas se van a demorar más tiempo. Están pagando tan mal que pensamos en que con Dora, Domicilios Rápidos, serán 15 minutos y el beneficio para todos”, explican los repartidores.
De momento, solo hay una decena de repartidores unidos a la plataforma. Los impulsores animan a los compañeros, a los restaurantes y a los clientes a tomar partido. También al comercio local. “Vamos a beneficiarnos todos y sin saltarnos la ley. Repartidores, hosteleros y clientes. Tendremos un porcentaje más económico para los restaurantes y a los clientes les daremos puntos de un 5% en cada pedido. Ganamos todos”. Pretenden que el servicio de reparto se extienda a otros servicios como farmacia, supermercado, carnicería…
Los impulsores de la app quieren contratar, poco a poco, a los compañeros que dejaron tirados las grandes compañías. “Antes éramos un centenar de riders y hace poco despidieron a unos 30. Lo que hicieron estas plataformas con la ley rider es aumentar el trabajo en negro. Y como no pagan bien, hemos tomado la decisión de poner en marcha Dora”.
La iniciativa de una aplicación local no fue la primera idea que tuvieron estos dos riders ourensanos. Primero ofrecieron a una de las grandes multinacionales crear una “flota” en Ourense. Recibieron la negativa por respuesta. La segunda opción, una cooperativa, implicaba un gran desembolso económico del que no disponían los repartidores. Andrés, con su dinero, es finalmente la “esperanza” de los repartidores.
Dora, además de Domicilios Rápidos, significa Santa Dorotea, la “caritativa y sabia”. “Más adelante, queremos sacar un porcentaje de la app para ayudar a los más necesitados. Por eso tiene el nombre de la santa”, explica Trujillo. De momento, “que corra la voz”.
Contenido patrocinado
También te puede interesar
Los ingenieros agrícolas de Ourense renuevan su cúpula
Pepe Paz, presidente do Colexio de Enxeñeiros Agrícolas: “Temos que facer un novo rural con mais industrias agroalimentarias”
UNO MENOS QUE EN 2022
Ourense se acerca a su récord de colisiones provocadas por animales
CULTURA EN EL RURAL
La Red Provincial de Auditorios de Ourense alcanza los 7.500 espectadores
VACUNACIÓN MASIVA
Nueva convocatoria contra la gripe para mayores de 60 años
Lo último
COLOR DEL AÑO
Cloud Dancer: minimalismo, calma y moda en un solo color
Chito Rivas
PINGAS DE ORBALLO
As esperas teñen idade?
PERDÓN POR LA MOLESTIA
Los rojos que eran (viejos) verdes