Llegan días clave en el paro del transporte. Mientras los transportistas insisten en reunirse con el Gobierno, éste se sigue negando a negociar con la plataforma convocante de la huelga, la Plataforma para la Defensa del Sector de Transporte de Mercancías por Carretera Nacional e Internacional, aunque mañana sí se sentarán con el Comité Nacional de Transporte por Carretera (CNTC) para hacer un análisis del sector. Durante estos siete días de paro los transportistas ha ejercido presión con piquetes, marchas lentas y quedadas en las plazas de los pueblos a la espera de ser recibidos por el Gobierno, algo que de momento no parece que vaya a suceder.
En estos siete días todos los sectores han empezado a sentir las consecuencias de la paralización de los suministros, pero el agroalimentario está siendo claramente uno de los más dañados. Durante el transcurso de la semana no han cesado las paralizaciones. Coren anunciaba hace escasos días que tenía a parte de su personal en casa y que estaban padeciendo mucho esta huelga ya que “dependemos mucho del transporte, para materias primas para hacer la alimentación para el ganado, distribuir a las granjas el alimento para los animales, trasladar los animales vivos al centro de procesado para sacrificarlos y para la distribución hacia el consumidor final”, decía Emilio Rial, director general de una de las compañías más importantes de la provincia.
La Asociación Galega de Empresas de Envasado de Auga Mineral (Agamin), donde se encuentran importantes firmas ourensanas como Cabreiroá y Sousas, anunció los problemas de abastecimiento a los consumidores y abrió la puerta a que las empresas inicien Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) al ver su producción “seriamente afectada”. La situación no es mejor en el sector lácteo, donde los cortes de producción ya se han hecho notar. La Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil), que integra a la mayoría de empresas, manifestaba hace unos días que “las fábricas han visto interrumpido el suministro de los insumos necesarios para la elaboración de productos lácteos y también el traslado del producto terminado a las cadenas de distribución. Esta paralización está acarreando consecuencias sociales y económicas”. Además, se suceden las historias de pequeños ganaderos tirando o regalando miles de litros de leche porque no hay nadie que se la vaya a buscar.
Otros afectados son los carniceros, pescaderos, restaurantes y supermercados, que cada día que pasa tienen más problemas para reponer con normalidad sus productos. Desde la Plaza de Abastos indican que todos, en mayor o menor medida, han tenido dificultades para encontrar mercancía y anuncian que, debido a esta escaseza -no solo provocada por el paro del transporte, ya que hay otros factores como la crisis energética o la guerra de Ucrania- traerá consigo una inevitable subida de precios.
Otros sectores
Pero no solo la industria agroalimentaria está sufriendo las consecuencias del paro del transporte. Las áreas industriales de la provincia califican de “colapso” la situación que están viviendo. En Barreiros y en San Cibrao, “non se move nada, levamos días sen recibir mercancía e as empresas están tirando co que tiñan gardado”. El sector de la construcción recuerda que el cese de su actividad responde a la falta de suministros. “Paramos porque no tenemos más remedio”, aseguraba el presidente de la Asociación Provincial de Empresarios da Construción de Ourense, Santiago Ferreiro.
El Sergas también ha mostrado su preocupación por la huelga. El sábado manifestaban que se “priorizarán as probas urxentes por mor da folga do transporte”, aunque en Ourense no haya habido repercusiones por el momento.
INCIDENTES
Otra de las quejas que hay sobre esta huelga son los incidentes derivados de los piquetes. Camioneros y empresas denuncian ruedas pinchadas que conculcan el derecho al trabajo de los que han decidido no secundar el paro. Con todo, en Ourense no se han registrado tantos problemas como en otros puntos de España. Desde que comenzara este paro indefinido, la Policía Nacional y la Guardia Civil han detenido en toda España a 34 personas y denunciado e investigado a otras 353, según los últimos datos actualizados por el Ministerio del Interior.
