Los sindicatos convocantes aplaudieron el seguimiento de la convocatoria. A nivel autonómico, cifraban el seguimiento en casi el 100% de los trabajadores. Tito Pumar, de CCOO Ourense, habló de un balance “positivo, polo alto seguimento e o alto índice de participación”. Comentó los porcentajes ofrecidos por la Xunta, y según valoró, están hinchados debido al encendido de las máquinas de cobro de los autobuses, aunque no hicieran la ruta.
“Non computa”, detalló, por lo que dijo creer que el seguimiento fue mayor con una “participación enorme”. Pumar resaltó también los retrasos causados en el servicio alternativo de Renfe, que causaron “unha enorme molestia que nós sentimos”. Una percepción similar a la de José Cachaldora, de UGT: “Aquí en Ourense estivo practicamente todo pechado. Considerámolo un éxito”, y destacó que “a pesar dos servizos mínimos abusivos, incumplíronse bastantes”. Los dos coincidieron en que es probable que se convoquen más huelgas si la negociación continúa bloqueada a la vuelta de Semana Santa. “Este foi o principio, se non se avanza, seguirase”, avanzó Cachaldora. Las reivindicaciones buscan actualizar las tablas salariales -la última vez fue en 2017- y conseguir mejores condiciones en el convenio colectivo, por ejemplo, en la reducción de las maratonianas jornadas laborales.
