Spiderman no es de Nueva York, es de Ourense

Un pescador, un buzo, un gorila, Spiderman… El ourensano de las mil caras sale por las tardes a pasear y nadie se queda indiferente. No desvela su nombre ni su rostro, porque salirse del personaje no es una opción. Anuncia que habrá más.

Nadie se imaginaría que en realidad Peter Parker, la identidad secreta del Hombre Araña, es ourensano (tiene un acento delator) y gusta de pasearse por el centro de la ciudad “para buscar al Duende Verde”. El presunto Spiderman no lanza telas de araña, pero sí trepa y ejecuta a la perfección los movimientos del superhéroe. Los viandantes se quedan estupefactos, otros se emocionan porque lo conocen de los vídeos que difunden en internet. Da igual la edad: ayer un sexagenario le paró para recriminarle que hacía muchas semanas que no subía vídeos a Tiktok. Mientras, una avalancha de adolescentes sacaban al unísono el móvil para grabar. 

El joven que está tras el antifaz se niega a desvelar su identidad (quizá sí sea Peter Parker), pero reconoce que tiene 30 años y que estudió Educación Social. 

Ourense lleva unos meses viendo desfilar a todo tipo de personajes. Un pescador, un buzo, un gorila y, por supuesto, Spiderman. El hombre bajo la máscara lo explica: “El pescador me llamó un día (a Spiderman) desde el embalse de Lindoso para decirme que había visto un cocodrilo y pedirme si podía quitarlo de allí. Resultó ser un gorila que comenzó a perseguir al pescador, me pidió ayuda. Spiderman encontró al gorila, pero al parecer era bueno. Hasta está vacunado. De hecho ahora trabaja con la Policía Local”. No contento, el hombre del difraz asegura que continuarán apareciendo personajes las próximas semanas, pero no quiere desvelar todavía quiénes serán. 

El ourensano asegura que disfruta y se divierte mucho caminando disfrazado por la calle. Algo que ya lleva cuatro años haciendo. Esta semana llamó la atención porque acudió disfrazado a un vuelo entre Sevilla y Santiago. Para ser conocido en toda España, se introdujo en el metro de la ciudad andaluza como “Spiderman” y, a su pesar, los trabajadores le mandaron descubrirse la cara. “Llevábamos buscándote todo el día”, le dijeron, y es que a las pocas horas de estar en Sevilla ya se había hecho viral. 

Allí le apodaron “el gallego” y decidió quedarse con ello -ya con miras nacionales-.

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