El PSOE alerta de “compra de vontades” en la Jefatura y Solidaridad habla de impagos continuados en la Policía Local de Ourense
El bum de horas extraordinarias que se está realizando en la Policía Local del Concello de Ourense, desde que en agosto de 2021 pasaron a pagarse al doble (24 euros por hora frente a los 12 euros de antes) y tras eliminar el límite máximo de horas extras anuales, ha hecho saltar las alarmas en la ciudad. Por un lado, hay sospechas sobre el “inflado” de servicios para “comprar vontades” entre agentes afines -hay constancia de sueldos que superan los 3.000 euros al mes al sumar las horas extra al salario- y, por otro, hay denuncias públicas sobre los impagos de las mismas, ya que pese a inflar con horas extra a los agentes con la excusa de tener presencia policial en las calles los fines de semana y en los eventos que ordena el propio alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, el sindicato Solidaridad exigió por registro ayer conocer por qué no se han abonado los pagos desde enero.
Otras fuentes sindicales consultadas reconocen que la demora media para el pago de estas horas extras es de más de seis meses y, según pudo averiguar este periódico, las últimas liquidadas en el cuerpo policial municipal son del pasado mes de enero, lo que eleva a más de 10 meses los retrasos para el cobro de las mismas. En todo caso, se siguen haciendo sistemáticamente y se tendrán que abonar en el futuro si llegan a la vía judicial.
Repaso a los decretos
Un repaso a algunos decretos del alcalde demuestra que lo extraordinario se ha convertido en ordinario desde que se doblara la remuneración y se retirase del convenio regulador el tope anual.
En los últimos tiempos ha habido sustanciales cambios en el seno de la Policía Local. La intendente María Barrera está de baja y Telmo Ucha, con algunos agentes afines, ha tomado el control absoluto de la institución. En agosto de 2021, el gobierno local modificó el acuerdo regulador tras el acuerdo con los sindicatos y pasó a pagar las horas extras al doble (24 horas la hora normal y 28,80 los festivos y las nocturnas).
Más adelante, en abril de 2022, la mesa general de negociación aprobó que los funcionarios de la Policía Local trabajaran en turnos de 12 horas durante tres jornadas consecutivas para después descansar otros cinco días seguidos. Al haber más días de descanso, los fines de semana y también entre semana, se utiliza el recurso de “refuerzo de servicios” sistemático, al que los agentes se apuntan para cobrar como servicios extraordinarios.
Según Xosé Rúas (PSOE), existen sospechas de “compra de vontades e de engordar o servizo con axentes para cobrar horas extras a prezos extraordinarios”, ya que en eventos recientes organizados por Jácome se ha llegado a triplicar el número de agentes que había otros años. “Ourense converteuse no paraíso dos policías locais, facendo das horas extraordinarias algo habitual e recorrente”. Además, cobran casi el doble que en otras urbes gallegas, lo cual lo hace más atractivo. La otra cara de la moneda, según el sindicato Solidaridad, es que “los servicios se hicieron efectivos, pero a día de hoy no hicieron el pago en tiempo y forma desde enero”. En ese sentido, aseguran que algún funcionario acumula ya 6.000 euros en concepto de servicios realizados sin cobrar todavía.
Exigen conocer los pagos y la legalidad del sistema
El PSOE exigirá al concejal Ucha que les entregue todas las horas abonadas en los últimos meses ante la creciente sombra de sospechas. “Cremos que utilizan o recurso de reforzo dos servizos cada vez que se prodce un evento para cuantificar o engorde e pago con horas extras”, sostiene Xosé Rúas, que avanza que solicitarán un informe al interventor municipal. “Isto pode acabar con demandas por impago e, finalmente, a conta das arcas municipais”, añade. Las partidas presupuestarias vigentes -los presupuestos en vigor datan de 2020- no dan abasto para abonar tal cantidad de horas extraordinarias.
Según representantes sindicales, un grupo de agentes con plaza en Ourense y residencia en la provincia de Pontevedra fueron los principales instigadores del cambio de horarios , que en abril de este año provocó que trabajen tres días a la semana y descansen cinco seguidos. Con esta situación, además de mejorar las condiciones laborales, los días que descansan pueden apuntarse, ellos y otros, a las horas extra y así aumentar emolumentos.
Algunas fuentes apuntan a una “espiral del silencio” en la Jefatura, entre “afines” a Telmo Ucha, por lo que la situación del bum de horas extraordinarias no ha saltado antes. Recientemente, el alcalde cedió al propio Ucha las competencias para la mesa general de negociación con los sindicatos, en vista del “feeling” granjeado en los últimos tiempos.
Los enemigos de María Barrera, de baja, ahora al frente
La revolución en el seno de la Policía Local se culminó el pasado mes de abril al cambiar por completo los cuadrantes horarios del cuerpo, que pasaron a ser de 36 horas ordinarias a la semana. Trabajan tres días seguidos 12 horas al día y descansan cinco jornadas consecutivas. El acuerdo para este cambio coincide en el tiempo con la baja médica de la intendente, María Barrera. Según algunas fuentes, ambos hechos están estrechamente relacionados, pues Barrera estaba enfrentada con uno de los sindicatos ahora afines a Ucha, que lideraban el intento por cambiar horarios y cubrir con horas extra los refuerzos.
