Las termas de Outariz, cerrada desde este martes 17 de octubre, como era esperable después de que los cinco vigilantes que las atienden recibiesen sus cartas de despido. La instalación termal pública ha comenzado el día fuera de servicio, al estar sin contrato estos cinco trabajadores encargados de la vigilancia y gestión.
Los trabajadores se han personado allí a primera hora, y la instalación tiene agua, pero está cerrada, pues los trabajadores están a la espera de que les den un contrato.
La anterior empresa gestora, Printes, presentó su renuncia ayer mismo a la gestión, tras dos meses sin pagar a los trabajadores.
El Concello ha prometido que rescatará el servicio, bien con otra empresa, bien a través de recursos propios, y siempre contando con los mismos trabajadores, pero aún no ha encontrado la solución.
"A última noticia que temos é que están reunidos no Concello e esperan darnos unha solución antes das 13,00 horas, porque aínda non chegara a nosa baixa na Seguridade Social", explica Rubén Batán, uno de los trabajadores.
Ellos afirman que están preparados para abrir la instalación en cuanto el Concello les confirme que tienen contrato y confían en una pronta solución.
