Vilamarín se encuentra a 17 kilómetros de Ourense capital y ocupa unos 56 kilómetros cuadrados. Está formado por nueve parroquias y su población es de alrededor de 1.900 habitantes. El topónimo Vilamarín, o “vila Marini”, habla de un posesor, Marinus, de la época sueva, o de los tiempos de la repoblación hecha por Alfonso III a finales del siglo IX. Con todo, la historia de este municipio nace en la época megalítica, con sus sepulcros cubiertos en parte o en su totalidad conocidos como mámoas o medorras.
Pazo Vilamarín
Está considerado el Pazo más importante de la provincia. En el siglo XIV comienza su construcción. Perteneció a varias casas nobiliarias y en el siglo XX fue vendido a propietarios particulares. Posteriormente, lo adquirió la Diputación de Ourense. Las obras de restauración finalizaron en 1987 y es Monumento Histórico Artístico desde 1977.
Presenta planta hexagonal con torres de defensa en cinco de sus seis ángulos, con una puerta principal con arco de medio punto y encima una pequeña balconada. Conserva las barbacanas y un garito de defensa, además de un reloj de sol en la torre de la esquina sudoeste. En el interior se articulan las dependencias en torno a un patio porticado (probablemente de armas) que da a una galería.
Museo Etnográfico
Situado en el núcleo de Vilamarín y tras varios años de recuperación, estudio y restauración del material donado por los vecinos de Vilamarín, se expone de manera permanente una colección de 455 piezas significativas de las facetas más importantes de la vida diaria de los habitantes de la época: instrumentos agrícolas, de oficios tradicionales y del hogar.
Puente Romano de Sobreira
Puente de un solo arco construido entre los siglos XIII y XIV sobre el río Barbantiño, y que hace de límite entre los concellos de Vilamarín y San Cristovo de Cea y que antaño separaba las jurisdicciones del conde de Ribadavia y del territorio del monasterio de Oseira. El pretil es curioso, ya que está rematado en ambos extremos con volutas y está envuelto en un precioso manto natural, integrándolo en un paisaje de naturaleza viva.
Patrimonio civil
Los Pazos son lo más subrayable de la Edad Moderna del municipio por su importancia a nivel patrimonial. Además del de Vilamarín, son también destacables el Pazo Do Rego en Sobreira, el Pazo de Tamallancos, el Pazo de San Martiño y el Pazo de Orbán. Además, todo el municipio está salpicado de petos de ánimas y cruceiros, alimentando también el patrimonio religioso. De entre ellos, destaca, por ejemplo, el peto de Orbán, en el núcleo de A Penela, que presenta un perfecto estado de conservación.
