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OLEADA DE ROBOS EN OURENSE
Basta con dar una vuelta por la ciudad para comprobar que en los últimos años se ha producido un aumento en el consumo de droga, que se refleja claramente en el incremento de toxicómanos que transitan por las calles, tal como corrobora el Equipo Roca de la Guardia Civil. Este crecimiento repercute directamente en los delitos, ya que la fórmula es clara: a más droga, más delincuencia.
Una de las zonas que se ha visto afectada por los delitos de robo es el rural cercano a la ciudad. Para darle respuesta y detener a los ladrones, trabaja a diario el Equipo Roca. Uno de sus integrantes, Mario -nombre ficticio para proteger su identidad- explica que, al estar cerca de Ourense, “no son robos al uso como el que sustrae un kilo de tomates o cosas del campo, lo nuestro no es saber quién le pone puertas al campo, sino quién le pone ojos, porque entran a robar en segundas viviendas o en alpendres”.
“Generalmente o es gente de la zona o gente que está relacionada con temas de delincuencia en la ciudad”, apunta Mario, quien subraya que “casi toda la delincuencia que tenemos son toxicómanos”. “Casi siempre hay un problema de droga detrás”, reconfirma Felipe -nombre ficticio-, uno de sus compañeros.
Estos ladrones no siempre actúan solos, ya que en múltiples ocasiones lo hacen acompañados de otros toxicómanos. El lugar en el que se conocen y lo planean es siempre el mismo, zonas de la ciudad en las que se venda droga, de forma muy mayoritaria Covadonga. En estos puntos, se juntan y, en el momento que tienen un coche, salen de la ciudad y “pegan palos por todos lados”. “Al final el consumo de drogas está muy relacionado con los robos”, asegura Mario.
En consecuencia, el rural está en el punto de mira de este tipo de los consumidores de droga. “Está muy expuesto por la despoblación, antes iban a cualquier pueblo y tenían que tener mucho cuidado porque estaban los vecinos de alrededor, pero ahora eso no pasa porque van a un pueblo y ¿cuánta gente vive allí? Entran impunemente en las casas porque no tienen a nadie que les pegue un chillido”, señala Mario.
En este sentido, Felipe apunta a que esto dificulta la investigación porque “hay robos que se denuncian una semana o quince días después porque son segundas viviendas y la gente va cada dos semanas o cada mes y entonces tú te enteras cuando es imposible reunir algún indicio o prueba que en el momento podrías tener”.
“Eso es lo que aprovecha esta delincuencia, no es que digan ‘ahora vamos a robar en el área metropolitana’, lo que pasa es que les es más fácil, al final ellos buscan la facilidad”, cuenta por su parte Mario. Este tipo de ladrones quieren un botín que puedan vender rápido y así conseguir dinero para consumir. Entre los objetos habituales que roban están el dinero en efectivo, las joyas o teléfonos móviles.
La rapidez con la que se deshacen de lo robado dificulta la labor de los investigadores. El pasado 10 de agosto, tres individuos fueron detenidos por el Equipo Roca como presuntos autores de un robo con violencia en un bazar chino ubicado en Coles. “Producto de la investigación se pidió una entrada registro y ahí encontramos ciertas cosas, pero de todo lo que podíamos hallar encontramos muy pocas cosas que podamos demostrar que procedan de ilícitos porque al final la pequeña maquinaria se coloca muy fácil, llegan a Covadonga y lo venden enseguida”, cuenta Mario. En este sentido, explica que “el problema es también quién lo compra”. “Si tú quedas por Wallapop con una persona que te vende una hidrolimpiadora por la cuarta parte del precio del que vale, tú luego puedes decir que lo has comprado de buena fe y no es fácil de demostrar lo contrario, pero éticamente no es razonable”, añade.
Ante esto, el Equipo Roca analiza diariamente los portales de segunda mano, registros de venta de joyas o chatarrería. Este trabajo les da rédito, ya que consiguen recuperar muchos objetos robados. Un ejemplo de ello fue la sustracción de varios televisores de una vivienda en Luíntra, los cuales fueron puestos a la venta en Wallapop por los delincuentes, pero finalmente los agentes lograron recobrar los objetos.
El trasiego de consumidores ha aumentado en la ciudad con el riesgo que eso conlleva en el incremento de delitos. “La mayor parte son gente de ese perfil, toxicómanos que se juntan y van a robar al área metropolitana o imagínate, uno de ellos es de Ribadavia y viene a consumir a Covadonga, allí se reúnen y dicen: ¿dónde vamos? Y este dice que conoce una zona y esa noche te pegan el palo. Al final, ¿cuánto hay a Ribadavia?, 15 o 20 minutos”, indica Mario.
En este sentido, asegura que “no es fácil atajar todo eso porque está creciendo muchísimo, y ya no solo es ahí (Covadonga), es en la ciudad en general”. Al respecto, Felipe incide en que “todo el mundo dice que aumentó el consumo”.
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