Las tragaperras, el lado oculto de las apuestas

Los titulares de las empresas, pese a ofrecer teléfonos y direcciones electrónicas, no contestan a las peticiones sobre las apuestas que se pueden realizar desde la provincia a través de la red.

 Las máquinas tragaperras están instaladas en la mayoría de los negocios de hostelería que hay en la provincia. Forman parte del establecimiento, sobre todo por el parpadeo de las luces y sus sonidos invitando a los clientes a jugar.

Si embargo, su colorido y música se oculta a la hora de hablar de ganancias o del porcentaje que apuestan cada ourensano al año. Los titulares, que en su gran mayoría no son los dueños de los bares, cafeterías y restaurantes (estos las dejan instalar a cambio de una comisión) se cierran en banda a la hora de hablar del funcionamiento del negocio. Aseguran que no tiene cifras ni de jugadores ni de lo que se puede recaudar durante un año. 

La mayor parte de las empresas cuya dirección figura en internet recuerda que antes había una asociación que los aglutinaba a todos y que era la que podía fijar algún porcentaje sobre los índices de juego, pero se disolvió y ahora cada uno va por libre.

Eso sí, más que hablar de las apuestas recuerdan las pérdidas que les están ocasionando los sucesivos robos en los establecimientos y no tanto por el dinero que se llevan, sino por los daños que sufren. "En ocasiones, las dejan inservibles y hay que comprar máquinas nuevas", apuntan.

Eso sí, recuerdan que las máquinas están ahí, que el juego es legal y solamente apuesta el que quiere. Pero no son los únicos, lo mismo sucede con las empresas que  invaden la red con juegos similares al bingo, el póker e incluso por ver quien gana un partido de fútbol.

Evitar estafas

Los titulares de las empresas, pese a ofrecer teléfonos y direcciones electrónicas, no contestan a las peticiones sobre las apuestas que se pueden realizar desde la provincia a través de la red.

Las fuerzas de seguridad, Policía Nacional y Guardia Civil, vigilan alguno de los juegos por si se pueden cometer algún tipo de estafa, que sería cuando actuarían contra los dueños poniéndolos a disposición judicial. 

Los agentes reconocen que hay muchos lugares en los que se puede apostar y de diferentes maneras, pero que mientras estén dentro de la legalidad, aseguran que no pueden hacer nada. 

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