Las obras que se realizan en Seixalbo, en el segundo tramo de la variante exterior, han obligado a cortar la circulación ferroviaria este fin de semana, lo que está afectando a 28 trenes de la línea gallega de alta velocidad.
Los usuarios son trasladados en autocar entre las estaciones de Ourense y A Gudiña Porta de Galicia, lo que ocasiona un mayor tiempo de viaje en todos los servicios, cambios en los horarios que suponen hasta dos horas y media de retraso en la llegada de los trenes a destino y, sobre todo, la incomodidad de enfrentarse al transbordo por carretera a una estación que carece de servicios esenciales como un ascensor para acceder desde el vestíbulo, en la planta baja, al andén que se encuentra en un nivel superior.
La falta de elevador, que ya era una queja en los usuarios habituales, se ha acentuado ahora, cuando la afluencia de viajeros ha pasado de poco más de una docena que suben o bajan de media de cada uno de los cuatro trenes diarios que tienen parada en dicha estación, a más de doscientos. Los viajeros tenían que optar por cargar con sus maletas y subir por las escaleras o arrastrarlas por una larga rampa en zig-zag con la que se alcanza el nivel superior desde el vestíbulo de entrada.
El personal de la estación lo compone un guardia de seguridad que se ocupa del control de equipajes y acceso al andén. Pero tuvo que ser reforzado a lo largo de este fin de semana, incrementándose el número de vigilantes, así como implementando servicio de asistencia a personas con movilidad reducida y servicio de información, lo que elevó el personal de la estación a más de diez personas.
A Gudiña Porta de Galicia no cuenta de forma permanente con el servicio “Adif Acerca”, para apoyar a personas con movilidad reducida. En esta ocasión se dispuso de personal para colaborar en el traslado desde el autocar al anden de la estación.
Momento álgido
El momento álgido de afluencia de usuarios del sábado se produjo entre las once y cuarto y las doce y cuarto. En esa franja coincidió la llegada de los autocares de la estación de Ourense, con viajeros del Alvia Ferrol-Madrid, que habitualmente sale de la ciudad departamental a las 5:55, pero que en esta ocasión demoró su salida hasta las 7:00 y que recoge en su recorrido hasta Ourense viajeros en A Coruña y Santiago.
El cambio de hora se llevó a cabo para hacerlo coincidir con el Alvia Vigo-Madrid, que adelantó una hora su salida de la estación de Urzaiz. Los usuarios de ambos trenes se subieron en autocares en la terminal de autobuses de Ourense hasta A Gudiña. El proceso de embarque en Porta de Galicia fue lento por el alto número de viajeros, que dispusieron de una doble composición de trenes Alvia para continuar viaje hasta Madrid.
En sentido inverso, poco tiempo después de la salida del tren hacia Madrid, llegaba a A Gudiña el AVE procedente de Alicante y Madrid, repitiéndose la misma operación, pero en sentido inverso. Los viajeros utilizaron la rampa o las escaleras para descender al vestíbulo y desde allí hasta los autocares que esperaban. El AVE Alicante-Ourense que tarda 2 horas y 13 minutos en viajar entre Madrid y Ourense requirió de más de tres horas y media para cubrir ese recorrido.
El principal causante de esa demora no fue la sustitución del AVE por un autobús entre A Gudiña y Ourense, que añadió media hora más al viaje, sino el tiempo necesario para realizar el transbordo en A Gudiña, situación que se incrementó para los usuarios de los trenes procedentes de Vigo y Ferrol, que tuvieron que añadir al transbordo en la estación Porta de Galicia el correspondiente en la terminal de Ourense.
Otros problemas
Además de la incomodidad de los transbordos y los retrasos de la jornada de ayer, el corte de circulación de este fin de semana tiene otros daños colaterales, como suprimir el enlace del Regional Exprés que tiene su llegada a Ourense a las 15:52 con el AVE de las 16:25, que adelanta su salida a las 15:00 impidiendo a los usuarios de Ribadavia y otras estaciones en las que para dicho tren, acceder con billete integrado al AVE con destino a Madrid y Alicante.
