La ciudad de Ourense vive unos meses de mucha actividad con el magosto en su apogeo y la Navidad a la vuelta de la esquina. Por este motivo, las autoridades quieren que estas fiestas actúen como reclamo para los turistas, si bien llaman a la precaución por la situación sanitaria. Ourense pasó en el último mes de tener una incidencia de nueve casos de covid-19 por cada 100.000 habitantes a más de 70.
“Todos estamos ya muy avisados y tenemos una precaución importante. Tenemos que mantener las mascarillas puestas y las distancias de seguridad, la esperanza nos la da el estar casi todos vacunados”, explicaba ayer la concejala de Turismo y Termalismo, Flora Moure.
Para lo que tendrán que esperar los turistas es para disfrutar de las aguas termales, ya que el Concello debe adaptar las instalaciones para cumplir con las exigencias de la ley . “Tenemos que ofrecerle a todos los que vengan un termalismo de seguridad y calidad a través de nuestras instalaciones termales, que tendremos abiertas al público todo el año y de manera gratuita”, concluyó.
Destacó el potencial que la gastronomía de la provincia tiene a la hora de atraer turistas, sobre todo con la próxima llegada del AVE, prevista para diciembre. “Ourense ya es una capital enogastronómica muy importante. Creemos que toda la afluencia de actividades culturales, deportivas y gastronómicas durante el mes de noviembre será un aliciente más para todos los que quieran visitarnos, con la perspectiva de que con el AVE estaremos a poco más de dos horas de Madrid, por lo que para el turista será una delicia venir en cualquier momento”, agregó.
Entre las actividades gastronómicas, estos días se desarrolla la decimotercera edición del Concurso de Pinchos, hasta el 21 de noviembre, con 37 participantes, cifra bastante menor que antes de la pandemia.
