Las últimas dos horas de Nerea con su novio: cogieron hasta tres taxis

Salieron de un motel, se dirigieron a Covadonga y regresaron de nuevo

La Policía Nacional circunscribe la muerte violenta de Nerea Añel (26 años), entre las 20.45 horas del día 15 y la 01.00 de la madrugada del 16 de enero de 2020: el lapsus temporal entre que fue vista por última vez por trabajadores del motel Cancún, en Barbadás, con su pareja, Julio González Sierra  “Julito” (31 años), investigado por el presunto homicidio de la joven, y el momento en que irrumpe en escena el sospechoso en el mismo establecimiento pero ya solo. Según los testigos, a esa hora de la madrugada regresó solo y “en visible estado de nerviosismo”, según consta en las declaraciones recogidas por el instructor de las diligencias policiales.  Pretendía coger algo de la habitación en la que había estado con su pareja horas antes, pero no le dejaron pasar. Según parece, era un habitual del motel. Incluso a las cinco de la tarde de ese mismo día, retornó porque pretendía recuperar el dinero de la habitación ya que no había dormido esa noche. 

Nerea y Julito llegaron el Cancún poco antes de las siete de la tarde y cerca de la nueve desaparecieron por un sendero que bordea el motel. A 250 metros, apareció su cadáver el 13 de septiembre del pasado año. En esas dos horas, hay numerosos testigos que los sitúan juntos: el personal del establecimiento hostelero y varios taxistas. Llegaron al motel en taxi; regresaron a la ciudad en otro; se subieron a un tercero para ir al barrio de Covadonga a comprar droga y regresaron al motel en ese mismo. Al conductor que los llevó a la ciudad, le desapareció la cartera y Julito responsabiliza a Nerea. 

Precisamente, por la importancia que tiene todos estos testigos a la hora de recomponer las últimas horas con vida de la joven, Jorge Temes, el letrado que ejerce la acusación en nombre de la madre, considera que es muy importante para la instrucción que “todas las personas que  declararon en sede policial lo hagan en el juzgado”, habida cuenta que González Sierra rehusó dar su versión a la jueza. El abogado ve necesaria otra reconstrucción (ya hubo una este lunes pero solo con el imputado) en la que intervengan los trabajadores del establecimientos hostelero. 

La primera evidenció que Julito mentía cuando habló con los agentes investigadores: asegura que salieron juntos del motel el 13 de enero, no el día 15, pero que ella después regresó y así lo vio desde una señal de la carretera (algo improbable). También engañó al entorno familiar de la joven y a los conocidos del barrio de Covadonga, asegurando que en el motel la detuvo la Guardia Civil por el robo de la cartera. Y hubo versiones en las que hasta la envió a prisión.

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