Los vecinos del edificio colindante al Cardenal Cisneros no podrán volver a casa este mes

Tareas de supervisión y movimiento de escombros provisional en la zona afestada por el derrumbre del muro del Colegio Cisneros. José Paz
photo_camera Tareas de supervisión y movimiento de escombros provisional en la zona afestada por el derrumbre del muro del Colegio Cisneros. José Paz
Los técnicos señalan que es necesario construir un muro de contención por razones de seguridad donde cayó el del colegio Cardenal Cisneros

El muro que cayó sobre el colegio Cardenal Cisneros el pasado 2 de marzo, tan sólo minutos antes de que los alumnos subiesen a clase, puso en duda la estabilidad del edificio aledaño, al que sus residentes no podrán volver en todo este mes, como mínimo. 

Así lo aseguró el concejal de Seguridad Ciudadana, Telmo Ucha, que afirma que los técnicos decidieron que habría que construir un muro de contención junto al edificio, necesario para reforzar la estructura. “Es improbable que se pueda construir este mes. Hay que comprobar que no se agrieta nada y luego que den el visto bueno las compañías de seguro”, explica.

Por su parte, el coordinador de los bomberos de Ourense, José Benito Álvarez, advierte que “no pueden asegurar al 100% que el edificio de Fonte do Monte no se vaya a caer”. Él se encargó de coordinar la seguridad durante las primeras comprobaciones de esta estructura. “En el edificio se está realizando un estudio del terreno. La tierra se movió al generarse el desnivel y pudo afectar a los cimientos del inmueble. Las condiciones son ahora otras”, explica.  El clima y la humedad pueden intervenir causando problemas, lo que hace que el edificio no sea del todo fiable: “Si hay un 1% de dudas, los vecinos no pueden volver”, afirma. 

Por el momento, las cuatro familias que tenían una propiedad en la infraestructura permanecen alojadas en casa de familiares o en segundas viviendas.

Además, los alumnos no tendrán patio de colegio en lo que queda de curso. Los recreos tendrán que disfrutarlos en un aula como medida alternativa. 

Los hechos

El derrumbe del muro que separaba Fonte do Monte con el colegio Cardenal Cisneros se produjo por una acumulación de agua procedente de una obra en el edificio aledaño, el número siete de la calle. Naturgy, a través de la empresa Emi Álvarez, estaba realizando una canalización de gas cuando picaron el tope de hormigón que sujetaba el tapón de la tubería. Este saltó y el agua comenzó a salir sin control. Se acumuló tras el muro hasta que el empuje acabó por tirarlo.

Excepto la pared de hormigón del colegio, en pendiente inclinada, el resto de estructuras que se desplomaron formaban parte del edificio colindante. El colegio, desde el primer momento, se desligó de la responsabilidad de la caída.

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