La remodelación viaria para construir el nuevo acceso al Polígono de San Cibrao empeoró las comunicaciones entre cinco pueblos de la parroquia de Noalla y los vecinos se ven obligados a realizar maniobras o cruces peligrosos para acceder al cementerio o al centro médico.
Vecinos de las localidades de Santa Marta, Noalla, Ponte, Reboredo y Castroverde, que integran la parroquia de Noalla (en San Cibrao das Viñas), se concentraron ayer en protesta porque el nuevo acceso al Polígono industrial empeoró la comunicación entre los pueblos, sea en vehículo o a pie, y les obliga a realizar cruces peligrosos para acceder al cementerio, el centro médico o la escuela infantil. Según explican, los peatones deben atravesar la N-525 y hay puntos en los que la visibilidad para los coches que acceden desde los pueblos es nula. De hecho, ya ocurrieron dos accidentes, si bien fueron leves.
Según aseguran los vecinos, ya durante la realización de las obras expusieron al delegado de Polí tica Territorial, Raúl Fernández, la necesidad de acometer mejoras sobre el proyecto previsto por la Administración, pero sostienen que la solución que se acometió fíxose mal e quedou moito peor do que estaba. Incluso pedirán un informe a Tráfico porque consideran que las maniobras que deben realizar son irregulares.
Los vecinos demandan a la Administración que arregle este problema, sea con un paso a distinto nivel u otra alternativa, así como con pasos de peatones elevados. Si no hay solución, volverán a concentrarse los días 7 y 14 de marzo.
