Vestíbulo, aula y gimnasio: el comedor escolar de este curso

Cientos de familias desconocen cómo conciliar el curso poscovid ante la incertumbre de un pilar esencial: el comedor escolar. Varias Anpas que gestionan el servicio–asociaciones de padres y madres con un presupuesto limitado–no garantizan la continuidad del mismo por la difícil adaptación al protocolo de vuelta al aula y la responsabilidad que sobre ellos recae. La norma exige 1,5 metros de distancia entre los niños, favorecer que se sienten juntos los del mismo "grupo burbuja", varios turnos y refuerzo de la limpieza. En caso de ofertar el comedor escolar, los precios se verán incrementados en numerosos centros educativos. Es el caso del CEIP O Couto o el Amadeo Rodríguez Barroso, cuyas Anpas no saben si podrán ofertar el servicio y, en todo caso, será más caro. En los que ya tienen seguro que ofertarán el comedor, el precio es a costa de otros servicios: el CEIP Curros Enríquez y el CEIP A Inmaculada, cuyos comedores gestiona la Federación de Anpas Públicas de Ourense, habilitarán el gimnasio para el almuerzo. 

Desembolso importante

"Tenemos que hacer una inversión grande para garantizar el servicio. Hay que reforzar la limpieza entre turno y turno y en los centros de Curros Enríquez y A Inmaculada nos han cedido espacios contiguos al comedor. Se habilitará el gimnasio. Hay mucha incertidumbre. ¿Si los niños de grupos burbuja pueden tener en clase un metro entre silla y silla, por qué en el comedor no?", se pregunta José Antonio Álvarez Caride, presidente de la Federación de Anpas Públicas.

Menú en el hall

Peor suerte corren los escolares del CEIP As Mercedes. El centro no dispone de comedor y anualmente la Anpa Pía da Casca del centro, que gestiona el servicio, firmaba un convenio por el que la residencia Florentino Cuevillas–próxima al centro–que permitía el uso compartido de su comedor. "Temos a confirmación de que non nos deixarán usar ese comedor este ano, alegando que deben priorizar o servizo que se presta aos seus residentes, diante dos alumnos de Infantil e Primaria do centro", explican desde el Anpa. La solución: "Diante da necesidade de cubrir a demanda que hai por parte das familias, oblíganos a renunciar á biblioteca do colexio e convertila nun comedor. Os alumnos máis pequenos, 4º e 5º de Infantil, comerán nas súas aulas, o resto repartiranse entre o hall e a Biblioteca". 

La Anpa del CEIP As Mercedes critica la "falta de sensibilidade" de la Xunta, que gestiona la residencia, "cos preto de 70 nenos e nenas que fan uso do comedor". Fuentes del gobierno autonómico confirman una "sobreocupación" de la residencia para este curso y, "en todo caso", el covid "obliga" a esta decisión por la imposibilidad de que el comedor funcione con el uso compartido que venía haciéndose hasta ahora. Desde la Xunta aseguran que "Educación buscará unha solución para estes nenos".

“El precio va a subir"

José Gallego es responsable de la empresa de cátering Gallego, que gestiona una decena de comedores escolares en la ciudad. "De momento as Anpas teñen dúbidas e temos reunións continuas. Está claro que esperamos baixas nas reservas pola situación do coronavirus", explica el empresario. 

"Os precios teñen que subir en todos os comedores por esta situación. A ratio vai implicar un esforzo de persoal e iso repercute no prezo. Nós temos que reforzar a plantilla nun 30% máis para facer ben e o protocolo. Os turnos é onde repercute por necesitar máis tempo,  nas entradas e saídas nos nenos... Este ano é moi difícil, pero estamos traballando conxuntamente para que poida funcionar todo. A decisión final é das Anpas, é moi duro e teñen unha responsabilidade grande, pero queremos darlles tranquilidade", dice Gallego.

La preocupación de este servicio se extiende a otros: el de madrugadores, en el que algunos centros educativos incluían el desayuno de los niños, o las actividades extraescolares. Varias Anpas gallegas han confirmado la imposibilidad de ofertar esta conciliación que en Ourense también pende de un hilo en numerosos centros.

"Lo que no queremos es que recaiga la responsablilidad en las propias Anpas. Te viene un niño al comedor, al día siguiente da positivo y qué haces? Las Anpas tienen su recelo por estas responsabilidades", añade Álvarez Caride.

Los centros educativos que imparten el servicio tendrán que hacer cábalas para baremar. Si no hay  posibilidad de habilitar más espacios, el servicio no podrá llegar al mismo número de alumnado que el curso pasado. 

Las cifras