El voluntariado en Ourense, en busca de relevo: la edad media ya supera los 45 años

Toño y Gumersindo, voluntarios del comedor social de Cáritas, posan con Beatriz Justo, la responsable del programa de voluntariado de la entidad (Óscar Pinal).
photo_camera Toño y Gumersindo, voluntarios del comedor social de Cáritas, posan con Beatriz Justo, la responsable del programa de voluntariado de la entidad (Óscar Pinal).
En la provincia de Ourense son más de 12.000 las personas que donan su tiempo a asociaciones sociales, culturales y deportivas

Las entidades sociales, culturales y deportivas de la provincia buscan relevo generacional para su masa de voluntarios. Los ourensanos son solidarios (más de 12.000 están inscritos en el registro de la Xunta), pero el envejecimiento pasa factura. La edad media de los voluntarios supera ya los 45 años, y se prevé que siga aumentando. El éxodo de los jóvenes -por estudios o trabajo- no ayuda: aquellos que empiezan a colaborar en su etapa escolar dejan de hacerlo al cumplir 18 años y marcharse de la provincia. El escaso tiempo libre durante la vida laboral es otro de los principales condicionantes. De hecho, los jubilados son uno de los perfiles más comunes. “Vienen muchas personas que acaban de jubilarse, y que en vez de meterse en casa buscan ayudar a los demás”, explica Juan Carlos González, coordinador de Protección Civil en Ourense. 

En Cruz Roja, que cerró 2023 con casi 3.000 voluntarios, ponen en valor la participación de los jóvenes, aunque apuntan las diferencias en su permanencia respecto a los más mayores. “La dedicación es diferente según la edad: la gente de más edad suele disponer de más tiempo y la presencia de los jóvenes puede ser más puntual. Hay quien vuelve en verano, porque está estudiando fuera, y nos llama para colaborar esos meses”, explica Natalia Fernández, directora provincial de voluntariado. 

En la etapa lectiva, resalta la presencia de universitarios con titulaciones sociales, que encuentran en la entidad la posibilidad de poner en práctica la teoría. En Cruz Roja, la media de edad se sitúa entre los 45 y 50 años, “desde hace varios años”. 

En Cáritas el perfil del voluntario es similar. En el comedor social de la ciudad, el proyecto con mayor presencia de colaboradores solidarios, la presencia de personas jubiladas es elevada. “Aunque también tenemos jóvenes, de la universidad o de ciclos, y el fin de semana contamos con alumnos de Franciscanas y Maristas”, explica Elena Pérez, responsable del comedor. Según el día, el perfil cambia: en las mañanas de lunes a viernes, la mayoría son personas que ya no trabajan. El fin de semana, aumenta la presencia juvenil. El proyecto con escolares, en marcha desde hace varios años, acerca a los niños al voluntariado en su infancia, lo que facilita que sigan colaborando a medida que crecen. “Temos nenos que logo na vida adulta se ofrecen a colaborar nas épocas vacacionais”, apunta Beatriz Justo, responsable de voluntariado en Cáritas. 

Diversas opciones 

Las entidades animan a la población joven a sumarse a los proyectos solidarios, y recuerdan el acompañamiento y formación que se realiza cuando una persona se ofrece a colaborar. “En la entrevista ya le preguntamos en qué quiere participar, con qué idea viene, le ofrecemos opciones y generalmente atendemos su deseo. Tiene que haber una negociación, ver si la persona está preparada, y si no, redirigirla a otro espacio que sea más saludable para ella en ese momento”, explica Natalia Fernández. 

En Protección Civil, el voluntariado recibe una formación específica en atención a emergencias. “En el concello de Ourense colaboramos con Policía y Bomberos siempre que somos requeridos, por eso los voluntarios siempre están tutelados por alguien de la agrupación. Pero también hacemos muchas actividades de prevención, cursos, formación en colegios… ”, señala Juan Carlos González. Las preferencias de la persona que llega son escuchadas: “Los especializamos en distintas secciones, como conductores, en oficina, bicicleta… La idea es que si tienen tiempo y ganas de ayudar puedan hacerlo, la gente viene con ese deseo de realizar algo sin esperar nada a cambio”. 

 En Cáritas, el comedor social es el programa más solicitado por los voluntarios, y también el de mayor demanda, debido al aumento de usuarios en los últimos meses. “Pero tamén temos outras opcións: o roupeiro, os programas de formación para persoas adultas, os de maiores… Na primeira entrevista ca persoa falamos de todas as opcións”, apunta Beatriz Justo.

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