La Xunta asumirá el arreglo de la acera del Puente Romano

photo_camera La acera del puente romano aguarda nuevas obras.
La reparación del forjado se incluirá en la reforma integral que se hará en la avenida de As Caldas

Desde hace casi cuatro años, una de las entradas al Puente Romano, uno de los monumentos más visitados por los turistas en la ciudad de Ourense, está afeada por la presencia de una valla instalada por razones de seguridad dado el riesgo de derribo, al tener el forjado que sostiene la acera problemas estructurales. Discrepancias entre Concello y Xunta por la titularidad de ese enclave, que han terminado incluso en los juzgados, han supuesto que nadie haya podido actuar durante este tiempo para ofrecer una solución a los vecinos y comerciantes que allí se ubican, aunque parece que ambas administraciones han encauzado la situación.

En una respuesta a una pregunta del PSOE, el gobierno municipal asegura que tras varias conversaciones se ha alcanzado un acuerdo para que sea la Xunta la que asuma la reparación necesaria para adecentar la zona, integrando las obras pertinentes en el proyecto que está preparando para la reforma integral de la avenida de As Caldas. Esto requerirá no solo actuar en la acera vallada, ya que el problema de fondo está en el forjado que la sostiene, el cual está apoyado en el muro del Puente Romano.

Esta solución pondrá fin al limbo en el que se encontraba esta zona, dado que el Concello alegaba que no podía actuar argumentando que era de titularidad autonómica, sin que en Santiago se hiciesen tampoco responsables, aunque las negociaciones sí han dado su fruto ahora, según confirma el gobierno municipal.

La reforma integral de la avenida de As Caldas forma parte del proyecto de la Consellería de Infraestruturas de crear un itinerario peatonal y ciclista de norte a sur de la ciudad, desde la estación intermodal a Benposta. Convertir esta arteria pontina “nunha porta de entrada” servirá también para acabar con un problema enquistado.

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