Es uno de los cítricos más utilizados en la gastronomía y es parte importante de la dieta mediterránea
El limonero, en gallego limoeiro, es un árbol híbrido denominado científicamente como Citrus limon y perteneciente a la familia de las Rutáceas. Originario del sureste asiático, llegó a Europa por el sur de Italia alrededor del siglo I, sin embargo, no su cultivó y no se extendió por todo el litoral mediterráneo hasta después de la conquista musulmana de la península ibérica.
Es un árbol de hoja perenne, a menudo con espinas, muy sensible a las heladas. Sus hojas, de color verde, son ovaladas, alternas, pecioladas y coriáceas. Las flores, llamadas azahar, como las del naranjo, poseen numerosos estambres. Florece y fructifica durante todo el año. La floración primaveral produce los mejores frutos. El limón, externamente de color amarillo, es de sabor ácido y olor fragante. Su cáscara tiene interiormente una fina capa blanca llamada “albedo”. Sus semillas son blanquecino-amarillentas.
Del limonero se aprovecha todo: la corteza, el fruto y hasta las hojas. El limón, muy utilizado en la medicina tradicional por sus propiedades antisépticas, aumenta las defensas del organismo, debido a su alto contenido en vitamina C y ayuda a combatir infecciones respiratorias como los resfriados y la gripe. El dolor de garganta se puede aliviar realizando durante varios días gárgaras, o bebiendo, zumo de limón con miel disuelta en agua tibia. También es útil para el aparato digestivo, ya que hace una función reguladora y estimula las secreciones gástricas. Combate las infecciones urinarias, gota, dolores reumáticos, colesterol y artritis, gracias a sus virtudes diuréticas y depurativas. Ayuda a la circulación sanguínea, rebaja la hipertensión, combate el arterioesclerosis y estimula la formación de glóbulos rojos, siendo muy adecuado para el tratamiento de la anemia. En el uso externo se aplica para curar irritaciones, úlceras, picaduras de insectos, herpes labiales y acné. También es útil para la gingivitis, las caries, la halitosis, los hongos en las uñas, las impurezas de la piel y para relajar los pies. La antigua costumbre de los egipcios de limpiarse las manos tras las comidas, sigue vigente. Era una fruta muy utilizada por los marineros que permanecían durante largos periodos en el mar, sin acceso a otras frutas o verduras, para evitar el escorbuto, una enfermedad causada por falta de vitamina C.
Es uno de los cítricos más utilizados en la gastronomía y es parte importante de la dieta mediterránea. Sirve para ornamentar, condimentar o aromatizar diversos platos. También para elaborar diversos postres como mousse de limón, brazo de gitano, fruta confitada, etc., o licores. Es un óptimo sustitutivo del vinagre en las ensaladas. Incluso las hojas tiernas pueden freírse, a modo de buñuelos, bañándolas previamente en una pasta hecha con leche, harina, huevo, sal y zumo. Una vez fritas y escurridas se les puede poner azúcar pulverizado y canela. Las hojas no se comen, pero aromatizan la pasta. El zumo de limón es óptimo para quitar la sed. Y unas gotas de limón en una fruta pelada retrasa su oxidación.
El licor de limón o “limoncello” es típico de la región italiana de la Campania utilizando preferentemente para su elaboración limones de la costa amalfitana. Se obtiene macerando en orujo la cáscara de limón, sin el albedo, durante doce días, al cabo de los cuales se mezcla con un almíbar de agua y azúcar (tres litros de almíbar por cada litro de orujo). Es un buen digestivo y se debe consumir frío. Se emplea también en repostería con el objetivo de aromatizar galletas, bizcochos, cremas o gelatinas.
La madera del limonero, dura y amarillenta, se utiliza en ebanistería. Desde antiguo, el limón también es conocido por su uso cosmético pues es una alternativa casera en ciertos tratamientos de belleza. Además, restregar trozos de limón antes de acostarse suaviza la piel de las manos. Si sumergimos los dedos en zumo de limón durante unos minutos, tendremos las uñas más limpias y blancas. La esencia de limón se usa en perfumería. También es un producto valioso para la limpieza de la casa y un repelente natural de mosquitos y hormigas.
El limón es símbolo de la fidelidad en el amor. La mística alemana Hildegarda de Bingen asociaba el limón a la castidad y a la virginidad.
