Cómo actuar en caso de atragantamiento, la maniobra de Heimlich y los alimentos a evitar

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Salchichas, frutos secos sin moler o palomitas de maíz, algunos de los alimentos de mayor riesgo

La asfixia por atragantamiento es una de las principales causas de muerte no natural en España. Para reducir el riesgo, cobra vital importancia seguir ciertos consejos y aprender a utilizar la famosa maniobra de Heimlich, una técnica de primeros auxilios tan sencilla como vital: puede salvar vidas. 

También se debe tener en cuenta que algunos alimentos resultan más peligrosos que otros a la hora de producir atragantamientos, que afectan principalmente, como es lógico, a los más pequeños y los más mayores. 

Por lo tanto, hay una serie de alimentos que se recomienda evitar, o al menos evitar su ingesta de una pieza y sin supervisión: salchichas, frutos secos sin moler o palomitas de maíz. Estos son algunos de los alimentos que más atragantamientos producen cada año. Mejor será extremar la precaución hasta, al menos, los 5 años. Lo mismo cabe recordar para las uvas en fin de año: mejor sin pepita y sin piel.

También se deben tener en cuenta cuáles son los síntomas de atragantamiento, para actuar de la manera más rápida y precisa posible: la tos, la coloración azul de la piel y la pérdida de conocimiento.

Ser rápido es clave: el riesgo de daño cerebral crece exponencialmente con el paso de los minutos; y de la misma manera ocurre para el peligro de fallecimiento. Lo primero que debe hacerse es llamar al 112, lo segundo, intentar que tosa la persona afectada, lo tercero, intentar la maniobra de Heimlich.

La maniobra consiste en desobstruir el conducto respiratorio cuando la asfixia impide que el oxígeno llegue al cerebro, lo cual puede conllevar un daño cerebral permanente, y debe llevarse a cabo cuando la persona tiene la vía tan obstruida que es incapaz de emitir ruidos. 

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