Los viajes conllevan cambios en la alimentación, tanto por los alimentos que se consumen como por los horarios en los que se toman. El cambio de hábito alimentario y en particular la ingesta de comidas copiosas favorecen la aparición de trastornos digestivos muy incómodos para el viajero.
Por lo general, durante los periodos vacacionales se abusa más de productos azucarados, salsas grasas, condimentos, café, alcohol y otros alimentos poco habituales, que pueden alterar la digestión e incluso provocar acidez.
El consejo dietético para prevenir y controlar estos síntomas tan molestos (mal sabor de boca, náuseas, dolor, etc.) se enfoca principalmente en evitar los alimentos desencadenantes y moderar la cantidad consumida.
Algunas personas encuentran que los alimentos ácidos, como los tomates o las frutas cítricas, provocan acidez estomacal. Para otros, el trigo, la cebolla o los productos lácteos como la leche o el queso causan problemas.
La comida picante es una causa común de acidez estomacal, dolor de estómago o diarrea.
Cuando las digestiones molestas y la acidez estomacal aparecen eventual y ocasionalmente será suficiente considerar algunas medidas dietéticas como:
- Comer una ración moderada de alimento y combinar los platos densos en grasa con otros pobres en ella. Es aconsejable seleccionar recetas sencillas con verduras para acompañar otras preparaciones, esto puede mantener a raya el exceso en grasas que enlentece las digestiones. En las comidas previas a un viaje es mejor organizar preparaciones con frutas, verduras y pescado o carne con poca grasa. Las grasas tienden a permanecer en el sistema digestivo más tiempo, haciéndolas más difíciles de digerir. Sería conveniente limitar alimentos grasos como patatas fritas, rebozados, o platillos con salsas. En su lugar, come carne magra y pescado, asado o a la parrilla.
- Masticar bien y despacio. Esta práctica evita tragar aire y beneficia el proceso digestivo.
- Hidratarse con agua o con infusiones digestivas. Las infusiones de hojas de menta o de flores de manzanilla con frutos de hinojo o anís después de las comidas pueden facilitar y activar la digestión.
- En caso de diarreas, seguir una dieta blanda y astringente (arroz, zanahorias, manzana rallada con limón o al horno, etc.) y regenerar la flora intestinal con probióticos (yogures y alimentos fermentados).
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