El Síndrome del Intestino Irritable (SII) o Colon Irritable, es una enfermedad crónica que altera el tracto digestivo manifestándose en síntomas tales como cólicos, dolor, distención abdominal, diarreas y gases entre otros.
Los síntomas sufridos en esta patología pueden ir y venir a lo largo del tiempo, a menudo su aparición se asocia a factores como el estrés, una enfermedad, alimentos específicos o patrones alimentarios.
El objetivo dietético para el Síndrome del Intestino Irritable es lograr un patrón de alimentación que promueva por una parte, el control de los síntomas, y por otro, un estado de nutrición adecuado para mantener la salud.
El plan de alimentación a implementar comprende medidas que mejoran la digestión en general, como la regularidad de horarios en las comidas, una buena masticación, una cantidad adecuada de alimento, de fibra, de agua, etc. y también pautas específicas asociadas con el contenido de grasa y de hidratos de carbono de la dieta. En este sentido, las Recomendaciones Dietéticas (RD) especiales que favorecen la recuperación de la función digestiva y en la que puede apoyarle un nutricionista experto, se orientan a:
- Limitar la fructosa, que es el azúcar natural de las frutas y zumos. Un consumo elevado de este hidrato puede provocar molestias intestinales, por lo que conviene evitar el consumo de refrescos, zumos de fruta y no comer más de una ración de fruta en las comidas.
- Limitar los hidratos de carbono de cadena corta y de los polioles fermentables como el sorbitol (Dieta FODMAP) durante un período determinado de tiempo (4-8 semanas).
- Reducir el consumo de alimentos formadores de gases como: los productos elaborados con base de harina de trigo, cereales, pasta, galletas, garbanzos, coles, cebolla, ajo, etc.
- Evitar las comidas ricas en grasa. Consumir demasiada grasa en una comida puede causar cólicos y diarrea. Entre los alimentos con alto contenido graso se encuentran: la nata, la crema evaporada, el queso, la carne picada, el pollo con piel, los platos fritos en general, los pasteles y el chocolate.
- Consumir a lo largo del día una cantidad moderada de grasas alimenticias saludables como aceite de oliva, aguacate, frutos secos y semillas.
Ejemplo de menú
Desayuno:
- Bebida de arroz enriquecida con calcio y tostadas de pan con aceite de oliva.
Media mañana:
- Bocadillo de pan con fiambre de pavo.
Comida:
- Crema de calabacín.
- Gallo a la plancha con patata y templado de judías verdes.
- Piña asada.
Merienda:
- Puñado de almendras.
Cena:
- Pollo a la plancha con ensalada de aguacate.
- Yogurt sin lactosa .
Envíe sus dudas a: Marisol López