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Ejercicio en el agua

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Uno de los inconvenientes de realizar ejercicio en verano es el calor que irradia el sol en nuestros cuerpos, teniendo que aprovechar las horas mas propicias (las de la mañana o ultima hora de la tarde), para llevar a cabo nuestra sesión de actividad física.

En cuanto a la actividad física en el exterior, igual nunca os habéis planteado aprovechar la maravillosa y refrescante piscina para tal fin. Pues en el tema de hoy, os daremos ideas para realizar un entrenamiento sin ningún tipo de material (vuestro propio cuerpo), en el frescor de un ambiente acuoso.

Antes de nada, hay que decir que, a mayores de aplacar las altas temperaturas del verano en el agua, la misma nos sirve para movilizar toda nuestra musculatura teniendo un bajo o nulo impacto articular gracias a la flotabilidad, haciendo un trabajo cardiovascular perfecto para potenciar todos los beneficios que tiene para nuestra salud.

Andar: Con el agua pudiendo estar desde la altura de la cintura hasta los hombros, podemos calentar nuestro cuerpo caminando tanto hacia adelante como hacia atrás, ayudándonos con los brazos para vencer la resistencia del agua y así activarnos de una forma completa. De 3 a 5 minutos sería suficiente.

Correr: Con la misma opción de profundidad, podemos correr en el sitio como si estuviéramos corriendo por el campo. Aquí empezaremos a notar como nuestra frecuencia cardiaca sube, adaptando el ritmo a nuestras posibilidades y estado de forma. De 3 a 5 minutos de duración.

Saltos: Saltar a dos piernas, aprovechando la amortiguación del agua para no sufrir articularmente y realizando saltos continuos, fortaleceremos la musculatura del tren inferior y del core. 1-2 series de 30” de duración.

Sentadillas: Esta vez, podemos hacer flexiones de piernas con la espalda recta (evitando que cuando flexionemos nuestra cabeza no quede por debajo del agua), para así optar a un trabajo menos intenso de corazón, pero muy aceptable a nivel muscular.

2-3 series de 15-20 sentadillas seria perfecto.

Abdominales inferiores: Con la espalda apoyada en la pared de la piscina y los brazos en la línea del borde. Elevaremos las piernas (estiradas o flexionadas) hacia la superficie. Cogemos aire al bajar lar piernas, y lo expulsaremos al elevarlas. 2-3 series de 10-15 repeticiones.

Abdominales superiores: Con las rodillas flexionadas y las pantorrillas apoyadas en el borde de la piscina, apoyaremos el culo en la pared del vaso. Realizaremos contracciones abdominales, evitando sumergir nuestro tronco y cabeza en el agua. 2-3 series de 10-15 repeticiones.

Relajación: Después de estirar nuestra musculatura del tren inferior, podemos volver a ser niños relajándonos y haciéndonos el muerto en la superficie del agua. Si tenemos opción de poner un corcho, o rulo de espuma por debajo de nuestra espalda y axilas, flotar y dejarse llevar será mucho mas fácil.

Consejos finales:

Aunque no nos los pida el cuerpo, hay que hidratarse antes, durante y después de la sesión.

La utilización de protección solar es igual de importante aun estando en el agua.

Trabajaremos con conocimiento de nuestras posibilidades. Recordad que realizamos ejercicio para estar mejor, no para hacernos daño.

Si estamos en una piscina privada, poner en conocimiento de mas gente el hecho de la realización del ejercicio para que estén atentos a nuestro estado. Si lo hacemos en una piscina publica, además de ponerlo en conocimiento del responsable o socorrista, tendremos cuidado de no molestar a los demás usuarios. Siempre es mejor prevenir que lamentar.

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