Beethoven se sintió orgulloso del Heavy Metal

Ha costado décadas de incomprensiones, prejuicios y estereotipos que no se rompen fácilmente, pero creo que hoy por hoy, y aunque aún quede mucho camino por recorrer, el rock en general y el heavy metal en particular han conseguido ser entendidos y apreciados como lo que realmente son: una manifestación cultural plenamente consolidada en todo el mundo, que es todo un patrimonio de la humanidad como lo son con todo el merecimiento otros estilos de música que comparten con el rock ese bagaje cultural y social y que en noticias como la que vengo a comentar en particular, se demuestra claramente que ya van quedando cada vez más arrinconados los falsos mitos sobre satanismo truculento, mundos de oscuridad y depravación o marginalidad asociada frecuentemente a este tipo de música. Una de las bandas de hard rock con una trayectoria más dilatada y que posee una historia más rica y heterogénea son los alemanes Scorpions, a quienes se ha otorgado el Premio Europeo de la Cultura (Europäischer Kulturpreis) el pasado sábado 28 de agosto en la Ópera de Bonn en Bonn, Alemania. El acto, que se celebró en la casa natal de Ludwig van Beethoven, estuvo dedicado a la celebración del 250 aniversario del nacimiento del compositor. El Premio de Cultura Europea se otorga a personalidades, iniciativas, artistas, políticos o instituciones por sus servicios y logros destacados sobre Europa y su gente en el ámbito cultural. La ceremonia se celebra anualmente en diferentes ciudades culturales europeas y el patrocinador del premio es el Foro Cultural Europeo de Dresde. El cantante de Scorpions, Klaus Meine, y el guitarrista Rudolf Schenker, aceptaron el premio en persona. Más tarde, compartieron un par de fotos del evento en las redes sociales y escribieron en sus redes sociales: “Qué honor recibir el maravilloso Premio a la Cultura Europea 2021 en Bonn, Alemania... Muchas gracias... fue realmente una noche para recordar”. Sin fronteras Scorpions fue el primer grupo de rock duro alemán que logró trascender más allá de las fronteras alemanas a comienzos de los 80, llegar a tener éxito en los mercados británico, japonés y estadounidense vendiendo millones de copias de álbumes como “Blackout” (1982) y “Love At First Sting” (1984) y a lo largo de su carrera, entre otros hitos logró ser de los primeros grupos de heavy metal que consiguieron tocar en 1988, al calor de la apertura cultural y económica que favoreció la política de Mijaíl Gorbachov en la URSS, en ciudades como Moscú y Leningrado, volver un año más tarde al mítico festival por la paz de Moscú de agosto de 1989 y componer una canción en 1990, “Wind Of Change” que vino a ser una suerte de himno no oficial de celebración del fin de la guerra fría y de la amistad entre pueblos. También fueron pioneros a la hora de abrir los mercados del rock en América latina, participando junto a Ozzy Osbourne, Queen, Rod Stewart, Iron Maiden o Whitesnake en la primera edición del festival “Rock In Río”, en enero de 1985 en la capital brasileña. En el otoño de 1990, participaron junto a Roger Waters y otros grandes grupos de rock del momento en el gran concierto de celebración del derribo del muro de Berlín y desde entonces, su prestigio no ha decaído en ningún momento y su papel de embajadores musicales por la paz en Europa indudablemente les ha hecho acreedores a la consecución de este galardón. Scorpions recientemente completaron el trabajo en su nuevo álbum para un lanzamiento tentativo a principios de 2022. El LP se ha grabado principalmente en los Peppermint Park Studios en Hannover, Alemania, y se ha mezclado en los legendarios Hansa Studios en Berlín, Alemania, con el ingeniero Michael Ilbert, quien ha obtenido múltiples nominaciones a los premios Grammy por su trabajo en las mezclas con el productor Max Martin en álbumes de Taylor Swift y Katy Perry. Este nuevo álbum marcará su primer lanzamiento desde “Born To Touch Your Feelings - Best Of Rock Ballads” de 2017, que era una antología de material nuevo y clásico. La última colección completa de nuevas grabaciones de Scorpions fue “Return To Forever”, que comprende en parte canciones que la banda tenía en el congelador desde los años 80. Fue la última aparición grabada del antiguo batería James Kottak, quien fue despedido de la banda en septiembre de 2016. Desde entonces ha sido reemplazado por Mikkey Dee, antes miembro de Motörhead. El grupo originalmente tenía la intención de grabar el nuevo álbum en Los Ángeles con el productor Greg Fidelman, cuyos trabajos anteriores incluyen a nombres de la categoría de Slipknot y Metallica. Sin embargo, debido a la pandemia, parte del trabajo inicial se realizó con Greg de forma remota, después de lo cual Scorpions optó por dirigir las grabaciones ellos mismos con la ayuda de su ingeniero Hans-Martin Buff. No es en modo alguno casual que este merecido premio les llegue en la ciudad natal de Ludwig Van Beethoven, el genio universal de la música que ha sido en muchas ocasiones reivindicado por talentos de la guitarra heavy de la categoría de Yngwie Malmsteen o Ritchie Blackmore, o grupos punteros del género como Accept –inolvidable su fragmento de “Para Elisa” en su clásico “Metal Heart” de 1985- que han hecho excelentes adaptaciones de grandes piezas del compositor alemán al heavy metal, como hiciera a comienzos de los años 70 nuestro Miguel Ríos con el “Himno a la alegría”. Repito lo dicho en el titular: si Beethoven viviera hoy, sería un gran músico de rock, y estoy seguro que sería fan de Scorpions. No lo duden.