La duquesa de Alba, Cayetana Fitz-James Stuart, se encuentra 'muy feliz' tras haber contraído matrimonio ayer con Alfonso Díez, en una ceremonia celebrada en el sevillano Palacio de Las Dueñas y a la que asistieron casi 40 personas, con las ausencias de sus hijos Jacobo y Eugenia. La duquesa se mostró contenta y 'espontánea' durante la jornada, en la que tras la ceremonia religiosa, oficiada por Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp, la pareja salió a las puertas del Palacio para saludar a los sevillanos.
En el exterior del recinto, Cayetana de Alba y su tercer esposo fueron recibidos con aplausos y vítores por parte del público que llenaba la calle y los balcones cercanos, lo que motivó que la duquesa se quitara los zapatos y bailara al son de unas sevillanas. Jaleada con gritos de 'guapa' y 'vivan los novios', lanzó a los asistentes el ramo de novia -formado por capullos de rosas blancas-, que fue recogido por una estudiante de Enfermería.
Con un vestido rosa pálido con dos volantes en su parte inferior y un lazo verde en la cintura, diseñado por los modistos sevillanos Victorio y Lucchino, Cayetana se convirtió en la esposa de Alfonso Díez poco antes de la una y media de la tarde ante unos cuarenta invitados al enlace. Alfonso llegó 12.45 horas acompañado por la madrina y gran amiga de la duquesa, Carmen Tello, quien iba vestida por los modistos Victorio y Lucchino, que también fueron al enlace.
INVITADOS DE LUJO
Minutos después aparecieron el torero Cayetano Rivera y su novia, la modelo Eva González, que fueron de los pocos que descendieron del coche para saludar y los más ovacionados por el público con gritos de 'torero' y 'guapo', igual que el hermano del primero, Francisco Rivera, que asistió sólo. De forma escalonada llegaron los familiares del novio, exparejas de los hijos de la duquesa, como María de Hohenhole, exmujer de Alfonso, y Genoveva Casanova, ex de Cayetano.
También acudió María Eugenia Fernández de Castro, exmujer de su hijo Jacobo, y representantes de la Hermandad del Cristo de los Gitanos de Sevilla, por el que la duquesa siente una devoción confesada en numerosas ocasiones.
Con un vestido rosa pálido con dos volantes en su parte inferior y un lazo verde en la cintura, diseñado por los modistos sevillanos Victorio y Lucchino, Cayetana se convirtió en la esposa de Alfonso Díez poco antes de la una y media de la tarde ante unos cuarenta invitados al enlace. Alfonso llegó 12.45 horas acompañado por la madrina y gran amiga de la duquesa, Carmen Tello, quien iba vestida por los modistos Victorio y Lucchino, que también fueron al enlace.
INVITADOS DE LUJO
Minutos después aparecieron el torero Cayetano Rivera y su novia, la modelo Eva González, que fueron de los pocos que descendieron del coche para saludar y los más ovacionados por el público con gritos de 'torero' y 'guapo', igual que el hermano del primero, Francisco Rivera, que asistió sólo. De forma escalonada llegaron los familiares del novio, exparejas de los hijos de la duquesa, como María de Hohenhole, exmujer de Alfonso, y Genoveva Casanova, ex de Cayetano.
También acudió María Eugenia Fernández de Castro, exmujer de su hijo Jacobo, y representantes de la Hermandad del Cristo de los Gitanos de Sevilla, por el que la duquesa siente una devoción confesada en numerosas ocasiones.
