Nutrición en la enfermedad renal

En cada fase o estado de la Enfermedad Renal Crónica (ERC) es posible proponer un tratamiento nutricional distinto. El objetivo fundamental del tratamiento comprende reducir los síntomas relacionados al síndrome (edemas, hipoalbuminemia e hiperlipidemia), reducir el riesgo de progresión a insuficiencia renal, disminuir la inflamación y mantener las reservas nutricionales.

Un plan de alimentación con un control adecuado de los nutrientes, no sólo de las proteínas, sino también de grasas y de los hidratos de carbono, permite reducir bastante los síntomas urémicos por un lado, y cubrir los requerimientos energéticos y evitar la cetosis, por otro. 

En general se recomienda una dieta ajustada en proteínas, en consonancia con la cantidad diaria recomendada (0.8 g/Kg de peso ideal/día), evitando ingestas elevadas. 

Estudios clínicos han demostrado que la restricción proteica en personas con insuficiencia renal leve y moderada cuida la función renal. Para permitir un uso óptimo de proteínas, el 50-60% de éstas deberían provenir de fuentes con alto valor biológico (huevos, carnes, pescados), lo que significa que el cuerpo puede digerirlas fácilmente y utilizar los aminoácidos. 

Pautas nutricionales en la dieta en la enfermedad renal crónica

- El plan dietético deberá ser necesariamente personalizado y acorde a la etapa de la enfermedad. 

- La ingesta de calorías en adultos debería ser de unas 35 kcal/kg/día, con el fin de reservar las proteínas para la reparación y el mantenimiento de los tejidos. En pacientes con sobrepeso es necesario realizar ciertos ajustes para normalizar los requerimientos nutricionales. 

- Restricción moderada de la ingesta de proteínas.

- Cantidades suficientes de grasas y de hidratos de carbono. Manejo nutricional de las complicaciones asociadas: diabetes, obesidad, hiperlipemias, etc.  

- Control de líquidos y electrolitos (sodio, potasio, fósforo,..). Se adaptará en función de etapa de la enfermedad, concentraciones en suero de los electrolitos, aparición de edema importante, insuficiencia cardiaca o hipertensión, entre otros trastornos subyacentes.

- Suplementación de vitaminas hidrosolubles y vitamina D según sea necesario. A los pacientes con ERC se les prescribe de rutina un suplemento vitamínico renal hidrosoluble (vitamina C y vitaminas del complejo B), porque las restricciones de frutas, verduras y productos lácteos pueden hacer que la dieta sea inadecuada.

Consejos dietéticos para reducir proteína en el plan de menú

- Aumentar la presencia de frutas, hortalizas y verduras en la dieta. 

- Modificar la estructura del menú. Es una buena opción utilizar las verduras y los cereales como el plato principal y las carnes, huevos, pescado como plato de acompañamiento.

- Sustituir dos partes de proteína animal por alimentos vegetales y cereales.

- Cocinar platos con trozos pequeños de carne o pollo mezclado con arroz o pasta.

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