Las ONG recomiendan que los mayores cojan minivacaciones

SOCIEDAD

El objetivo es combatir la soledad no deseada adaptándose a la situación de cada persona

Publicado: 21 jul 2024 - 15:15

Dos personas mayores disfrutan de una jornada en la playa.
Dos personas mayores disfrutan de una jornada en la playa.

Las ONG que trabajan con personas mayores aconsejan a este colectivo realizar actividades como unas minivacaciones a lugares cercanos, escapadas a espacios naturales o apuntarse a tertulias, talleres y encuentros con el fin de evitar la soledad no deseada, que se intensifica durante el periodo estival. Así lo exponen Grandes Amigos, Amigos de los Mayores y Nadiesolo, ONG Acreditadas por la Fundación Lealtad con el sello Dona con Confianza.

Como recuerdan estas organizaciones, en verano los barrios se vacían, los familiares cercanos no están en la ciudad, los profesionales médicos de confianza se van y los comercios de proximidad aprovechan para descansar unos días. Estas circunstancias, sumadas a las altas temperaturas que impiden que las personas de más edad salgan como es habitual a la calle, hacen que aumenten la soledad no deseada.

Grandes Amigos es una fundación que acompaña a más de 2.000 personas mayores en riesgo o situación de soledad en toda España con presencia en Madrid, Galicia, Euskadi, Cantabria, Extremadura y Comunidad Valenciana. Desarrolla diferentes programas de acompañamiento afectivo y socialización, tanto presencial como telefónico.

Uno de ellos es el de “Vacaciones de Verano”, que ofrece a los mayores la posibilidad de hacer una escapada adaptada a su situación de vulnerabilidad. Así, organiza escapadas gratuitas de un fin de semana, o de un día, en grupos de 10 a 15 mayores y otros tantos voluntarios. El destino suele ser lugares cercanos a la sierra, a espacios naturales donde las temperaturas son más frescas.

Soledad en verano

“En 2023, 100 personas disfrutaron de estas minivacaciones, y en 2024 serán 120. Cada año lanzamos una campaña de crowdfunding para recaudar fondos que nos ayuden a financiarlo. Intentamos que la sociedad se sensibilice con la soledad de los mayores en verano”, indicó el coordinador de Comunicación y Fundraising de Grandes Amigos, José Ángel Palacios.

Uno de estos beneficiarios es María Luisa, de 80 años. El verano pasado estuvo un fin de semana en Navacerrada (Madrid) gracias a este programa. “Se agradece mucho poder romper la rutina, es muy necesario para alguien como yo, que estoy inválida y si no, no podría hacer algo así”, destaca.

Amigos de los Mayores es otra fundación que ofrece acompañamiento emocional en domicilios, residencias y hospitales. Presente en Cataluña, Madrid, Comunidad Valenciana, Aragón y en la provincia de Sevilla, atiende a unas 3.000 personas mayores.

Durante todo el año está activa y en verano tiene una programación especial adicional, por ejemplo, con encuentros de proximidad en una cafetería cercana donde tomar un helado o un granizado con otros mayores. O salidas de un día a lugares próximos, a la costa, o a un espacio natural, o a un pueblo cercano. También cuentan con el programa “Vacaciones Amigas”, con estancias de dos a cinco noches en lugares próximos. Tanto el año pasado como este, el programa cuenta con 150 plazas. “A las salidas no van normalmente con su voluntario habitual. La idea es que socialicen con otros voluntarios y mayores para que amplíen su red de relaciones. Se trata de crear conexiones y hacer algo diferente en verano”, expresó el director de Amigos de los Mayores, Albert Quiles

La mayoría no quiere perder la conexión con los voluntarios

Tanto Grandes Amigos como Amigos de los Mayores y Nadiesolo, coinciden en que, entre el mayor acompañado y el voluntario, se generan conexiones y relaciones profundas pues se crean un vínculo de amistad. Por eso, en los casos en los que no pueden estar con ellos tras haberles depositado esa confianza, como es por ejemplo cuando su voluntario en verano se va de vacaciones, la mayoría de los mayores prefieren esperar a que vuelva, no quieren que le sustituya otra persona. En la mayoría de casos se trata de personas de avanzada de edad que tienen algún grado de dependencia, por lo que no quieren ser atendidos o ayudados por otra persona que no conocen. Lo que hacen los voluntarios es llamarles por el móvil y mantener la relación por vía telefónica hasta su regreso, de esa manera mantienen el vínculo, pero también generan confianza y les animan. El perfil medio de persona a la que atienden es un mayor de más de 80 años que vive solo en su domicilio, con recursos limitados y una situación social y emocional vulnerable. Tiene alguna enfermedad crónica, movilidad limitada y algún grado de dependencia. Normalmente, llegan hasta las ONG a través de los servicios sociales, los servicios de salud o por el boca a boca. Los voluntarios son en su mayoría personas jubiladas o prejubiladas, o mujeres con hijos ya mayores y una estabilidad familiar y económica. También hay algunos estudiantes, y las relaciones intergeneracionales que se crean son muy enriquecedoras, aunque son experiencias más breves.

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