Senderismo en Ourense, entre lo "castrexo" y lo románico

Vista desde el monte San Marcos
photo_camera Vista desde el monte San Marcos

La propuesta de senderismo por la provincia de Ourense de esta semana, un camino en el que conocerás el Castro de A Mezquita y la iglesia de San Pedro

Un caminar entre la historia y la naturaleza, ahí al pie de la ciudad, con solo desplazarse unos 10 km. nos sitúa en tierras del municipio de a Merca y un poco del de San Cibrao. Es algo así como tenerlo a la mano y evadirnos de esa noria ciudadana de los paseos fluviales, que en absoluto se desdeñan, pero sí que por repetitivos, cansinos podrían resultar. Así que vamos por la A-52, salimos en la conexión con la autovía a Celanova y dejamos los autos 200 m. más adelante en una desangelada área de servicio dirección A Mezquita, de a Merca, que no debe confundirse con a Mezquita de los límites orientales provinciales.

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Salimos tomando por unos metros. dirección norte, a una pista de servicio, paralela a la autovía, dirección suroeste, que como en toboganes hay un sube y baja continuos, que ya nos hurtan del paisaje del tránsito rodado de alta velocidad como nos dan una perspectiva de él, siempre acompañados del robledal a nuestra izquierda hasta que atravesado insensiblemente  el aun regato dos Muíños o de Barbadas, aquí entubado, casi a los 2 kilómetros,  giramos a izquierda para hallarnos  con una boscosa área recreativa para solaz de más vecinas que vecinos de O Val, que algunas hemos visto de mucha partida de cartas, mesa de madera por medio, por el estío.

Arribamos a la aldea de O Val, desde donde a izquierda la vamos dejado para ascender, cabe a un lavadero por un ameno camino amurado inmerso en la floresta cuando avistamos unas casas en la subiglesia (Loureiro, aldehuela por debajo de la iglesia)  de a Mezquita, una de ellas donde nativo uno de sus más preclaros hijos, Luis González Seara, nacido de una maestra que le enseñó las primeras letras, el cual docente universitario, ministro de Universidades, fundador de la revista Cambio 16… Una placa en la casa natal lo rememora.

A unos metros, la imponente iglesia de San Pedro, ejemplar notable del románico popular galaico, monumento nacional desde 1931, erigida en comienzos del siglo XIII, con ábside, puerta principal, laterales, rosetón, contrafuertes notables, canecillos, a la que la leyenda atribuye que construida por el diablo en una sola noche.

Más adelante hace uno memoria del insigne pedagogo Albino Núñez, me recuerdo de un pariente, Julio Outeiriño, primo hermano de mi padre, de menos edad de la que uno tiene; también de Isolina, su esposa; paso sin saludar, porque ausente esos días, a Amadeo R. Piñeiro, lejano pariente por parte de madre, creo, pero cierto que amante de sus lares.

Atravesando de norte a sur el pueblo que tuvo hasta medieval castillo, del que resta algo de lo que torre fue, posesión en su día de la casa lusa de los Braganza, hoy como embutida o adosada a casa, cuando conectamos hacia el sureste con las aldeas de Campo y a continuación Compostela donde se las tuvieron en una noche de agosto del 45 cuando la famosa riada del rio de Pontón, que varios muertos dejaría, dos jovencitas en Compostela, Concha y Emérita, arrastradas con casa y todo por la riada, y a todo Os Ponxos y O Polvorín convertidos en laguna. Viramos hacia las fuentes del rio apenas a un kilómetro por donde pasaremos, porque sobrepasada la aldea giraremos a derecha en pista perpendicular que en medio de la floresta nos traslada a donde ubicado, se cree, el castro de San Marcos en el monte a Rañoa (se le sitúa también en el cercano Monte Castrelo), donde si se halla un depósito de aguas.

Subir dando un rodeo cuesta poco, ahora que abrieron entre el retamal un camino circular, y en la cima, de este San Marcos, 670 m. de altitud, vista amplísima de la altiplanicie de las tierras de Celanova, Manchica,  Castros de Trelle, A Rabeda, la ciudad… Bajaremos por camino en dirección oeste-este paralelo al regatillo en las mismas fuentes del rio dos Muíños donde parece imposible se concentrase tal cantidad de agua en agosto del 45. Aquí, en una de las pistas encontramos a casi una superviviente de aquella catástrofe, Concha Pérez, de paseo con un hijo, y a otro vecino afincado en Canadá, Benito Álvarez. Rememoramos con Concha, que a la sazón 4 años tenía, la noche de esa riada que se llevó allí mismo a dos jovencitas, Emérita y Concha. Empatamos con asfaltada que caminaremos a derecha hasta en ligera subida hallarnos en la aldea casi deshabitada de Celeirós por donde tomaremos en la primera casa a izquierda por profunda corredoira enlamada en un comienzo, luego amena entre carballos y luego frondosa con abedules y algún castaño hasta avistar Outeiro, que fuente de siempre manante agua tiene y algún hórreo, hasta dirigirnos a Telleira y desde allí virar a derecha, pasar sobre la A-52, y doscientos metros más adelante de nuevo por térrea pista atravesaremos puente sobre la citada autovía para transitar entre huertas y casas hasta empatar con la carretera de A Mezquita, y hacia la derecha, a pocos metros, el lugar de donde salidos.

Diez kilómetros en los que inevitablemente hay que pisar el asfalto, porque las aldeas todas bien comunicadas, tiempo ha que dejaron de ser cenagosas con sus rúas en bulleiro convertidas.

KILÓMETROS: 10 kilómetros
DIFICULTAD: BAJA
TIEMPO: 3 horas

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