Android: éxitos y desafíos de un sistema operativo abierto

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En la actualidad, hay 4.000 dispositivos compatibles con Android de 500 fabricantes diferentes y son 1.400 los millones de personas que lo usan en todo el mundo

Desde teléfonos hasta televisores, pasando por reproductores de música o sintonizadores de satélite, el sistema operativo Android supone el ejemplo más claro de cómo el software libre ha llegado a triunfar por encima de sistemas operativos cerrados y propietarios como Windows de Microsoft o iOS de Apple.

En la actualidad, hay 4.000 dispositivos compatibles con Android de 500 fabricantes diferentes y son 1.400 los millones de personas que lo usan en todo el mundo. Un crecimiento que va a la par del mercado de internet móvil: según cálculos de Boston Consulting Group, este sector lleva creados 500.00 puestos de trabajo entre España, Alemania, Francia, Italia y Reino Unido, donde ha generado 90.000 millones de euros. Para 2020, alrededor de 13 millones de personas trabajarán en el ecosistema móvil en todo el mundo.

Este éxito y la apuesta decidida hacia el sistema por parte de fabricantes de talla mundial para todo tipo de dispositivos, en especial terminales móviles, ha revolucionado un mercado en el que la tecnología busca mejores soluciones con el mínimo coste tanto para la industria como para los consumidores.

El desarrollo de aplicaciones y herramientas de programación para Android tiene en Europa un mercado aún en crecimiento. Según la responsable de políticas europeas de la Application Developers Alliance, Catriona Meehan, la tercera parte de los desarrolladores de Android son europeos. Sin embargo, pese a su liderazgo en sectores como el videojuego móvil y las aplicaciones de finanzas, el desarrollo europeo se sigue encontrando con problemas para escalar sus negocios.

Entre los desafíos a los que Android y los desarrolladores se enfrentan a corto plazo está el internet de las cosas y la economía colaborativa, dos de los campos que, teniendo al móvil como protagonista experimentarán una mayor innovación y representarán más retos y desafíos  legislativos, en un momento en el que la Comisión Europea acusa a la compañía tecnológica Google de estar aprovechando su posición dominante de su popular sistema operativo a fin de impedir el desarrollo de sus competidores.

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