Un cubo de agua helada de 439 puntos del televoto europeo devolvió a la realidad a los eurofans españoles, de Chanel y de algún otro país, que vieron como Eurovisión sigue teniendo ese componente geopolítico y social que es prácticamente imposible de atenuar.
"Eurovisión siempre es igual, es todo política". Sí, es cierto a medias. Las ayudas entre países y las fronteras casi siempre han ayudado a los participantes (España no suele tener mucha suerte con los 12 puntos de los vecinos a nivel histórico, aunque Chanel no puede tener queja en esta ocasión).
En esta ocasión, la guerra y todo lo que hay a su alrededor han jugado en contra de 24 países y muy a favor de Ucrania, que con una propuesta no tan negativa como muchos quisieron ofrecer, se llevaron la victoria con Kalush Orquestra y su "Stefania".
Es una situación, salvando las distancias, a lo vivido en otras ediciones, pero los 439 puntos fueron la constatación de que el público es capaz de decantar una balanza en un segundo.
Cómo consiguió Ucrania 439 puntos en el televoto de Eurovisión
La explicación es sencilla (al margen de con muchos sms), el formato de televoto de Eurovisión entrega los puntos igual que el profesional. Es decir, 12, 10,8... De esta forma, Ucrania obtuvo los 12 puntos de prácticamente los 40 países participantes (si obtuviese los 12 puntos de los 40 países serían 480 puntos, lo que habla del enorme apoyo popular de Ucrania), entre ellos España, que también encumbró al país invadido por Rusia, que fue excluida del concurso.
Quizá lo más doloroso de esta votación es la duda que se ha sembrado (no es mi papel justificarla o no) sobre la victoria "por empatía" de Ucrania. Lo cierto es que las propuestas de España, con Chanel; de Reino Unido, con Sam Ryder o de Suecia, con Cornelia Jakobs tenían nivel para hacerse con el triunfo, pero así son las votaciones con público, que una vez te dan y otras te lo quitan dependiendo de a quién defiendas.
Más curiosa es la baja posición de Noruega, con los atrevidos Subwoolfer o la alta de Grecia, con una actuación de mucho sentimiento, aunque un poco plana. También sorprende el castigo a Australia, con un intérprete con una voz sensacional.
Sea como sea, Ucrania con Kalush Orquestra son los ganadores del micrófono de cristal y ojalá que en 2023 la guerra haya terminado y el país haya recuperado parte de la normalidad perdida, no por Eurovisión, sino por devolverles a una vida que se les arrebató en el mes de febrero.
