El Concello de Manzaneda retiene su encanto medieval, con casas señoriales en sus estrechas calles. Bendecido con un enclave natural singular, entre el río Bibei y la Serra de Queixa, sus paisajes y patrimonio natural son atractivos excepcionales. Manzaneda conjuga la autenticidad histórica con la belleza de sus entornos naturales, formando un escenario único y cautivador.
Villa medieval y Porta da vila
Los vestigios de la Villa Medieval de Manzaneda perviven en su núcleo urbano, en una villa que en tiempos estuvo amurallada. La imponente “Porta da Vila”, única entrada que sobrevive, se erige como recordatorio de la iniciativa real del siglo XII. De los 400 metros originales de muralla, solo 100 permanecen visibles, en su mayoría absorbidos por las casas que se apoyan en esta estructura de 5 metros de grosor en la base, 2,5 metros en la parte alta y 10 metros de altura. Explorar estos restos amurallados se vuelve cautivador al pasear por las calles medievales. Calles como “A Cabarca” evocan el antiguo foso que protegía la villa, mientras que “O Medio” se erige como la principal arteria, enlazando caminos secundarios y pasajes como el enigmático “Calexón”.
La “Cárcel de los Sarmiento”, hoy con usos culturales, marca la llegada del linaje de los Condes de Ribadavia en el siglo XVI. En tanto, los restos del Castillo revelan la reconstrucción ordenada por los Condes. Aún se ven las troneras en las murallas y fragmentos de antiguos escudos nobiliarios. En su conjunto, los remanentes de la villa medieval trascienden el tiempo, preservando la historia de un pueblo que prosperó dentro de muros milenarios.
Iglesia de María Madalena de Raigada
Situada en la aldea de Raigada, y donde finaliza el concello de Manzaneda, este monumento se destaca por su estilo barroco con una torre cuadrada. Sus tesoros incluyen valiosas imágenes manieristas y barrocas, como la Magdalena, San Antón o los Evangelistas. La peculiar imagen de la Virgen del Socorro agrega curiosidad y calidad al conjunto. El conjunto de tallas manieristas de alta calidad sorprende. Además, un crucifijo con ánimas a los pies evoca el concurrido evento religioso de noviembre, “los autos”, enriqueciendo el valor histórico y cultural de la iglesia. Con muros de sillería y planta rectangular, esta iglesia es un auténtico tesoro arquitectónico.
Ruta dos Soutos de Cesuris
Este sendero circular, de algo más de 10 kilómetro, sumerge al caminante en pleno Macizo Central, entre imponentes castaños centenarios. Explora uno de los rincones menos conocidos del municipio, donde perviven actividades tradicionales como la recolección de castañas, a pesar del despoblamiento. Desde San Miguel de Bidueira, pasando por la iglesia parroquial, llegamos al punto de inicio. Con el majestuoso glaciar de Prada a nuestras espaldas, avanzamos hacia Trabazos y su capilla de Santo Antonio, para finalmente llegar a Cubeiros. La travesía, que abarca Borruga, Souto de Tonxil y Placín, por senderos de bosques de castaños, culmina en las afueras de San Miguel, un recorrido enriquecedor por la naturaleza.
