A gran altura, así es cómo se vive en este territorio ourensano, en donde se puede tocar el cielo con la punta de los dedos y no solo por estar situados a gran altura, sino por el placer del buen descanso en un lugar sin aglomeración alguna, y por supuesto, por su buena comida.
La tranquilidad de poder descansar en una aldea libre de ruidos y contaminación en donde apenas hay una decena de vecinos la encontramos en la Casa Rural Os Trintas, un lugar de ensueño en donde olvidar el ajetreo, situada a escasos kilómetros de Trives. Las hermanas Rosario y Ana Álvarez abrían esta casa familiar en 2010 ofreciendo un espacio diferenciador en donde los visitantes se sienten como en su casa.
“É unha casa moi versátil composta por varios apartamentos individuais, que nalgúns casos se poden xuntar adaptándose ao número e posibilidades dos clientes” explica su gerente, Rosario Álvarez. El lugar es un cofre de historia, en donde además de conservar la casa familiar, también mantienen viva la memoria de Os Trintas, de los gaiteiros en la historia de la música gallega. Rosario Álvarez destaca que en esta acogedora casa, que cuenta además con cuatro apartamentos, buscaron “non ser o clásico aloxamento hotel, senón ofrecer un lugar diferenciador e cunha gran finca onde grandes e pequenos disfrutan do contacto coa natureza”.
En pleno corazón de la villa se encuentra el reconocido Hostal Restaurante La Viuda, en donde tras 70 años entre los fogones, las generaciones se van sucediendo y, ahora, Anxo y su hermana María Fernández, la tercera generación del negocio, son los encargados de llevar la gerencia de este restaurante tras la jubilación de sus padres y con bastante más de medio siglo de historia. El restaurante La Viuda ofrece una cocina de siempre con un aire renovado y sofisticado. “Nós apostamos por unha cociña rural ou cociña da avoa cun toque de modernidade”, explica el chef Anxo Trives, quien añade que para ellos es fundamental poner en valor los productos locales por su gran calidad: “Apostamos por produtores de proximidade, alimentos quilómetro cero e proveedores seleccionados para elaborar os nosos platos co maior cariño, calma e coa experiencia que nos dan as máis de sete décadas de traballo”. En su carta, el cocinero destaca la “pastilla de pato con salsa de naranja” como uno de sus platos estrella. En cuanto a los vinos, resalta que siempre están muy presentes en su restaurante los de Ribeira Sacra y Valdeorras.
Otro clásico en la villa trivesa, y con una cocina muy diferente a la anterior, es la Cafetería Quintela, que situada en el centro neurálgico de la villa trae a sus espaldas casi 30 años de buen hacer. Jaime Quintela, junto a su esposa Conchi Baloira, dirigen esta cafetería en donde las pizzas son su plato fuerte junto a los platos combinados. “Unha comida feita con gran calidade e produtos locais” es lo que se encuentran los que deciden comer en este local. En la actualidad, este negocio familiar cuenta también con un amplio menú del día con diversidad de primeros y segundos, en donde la cocina tradicional gana espacio. Su elaboración de pizzas de un modo muy artesanal es su mayor atractivo.
