REPORTAJE

‘Aguantar', el secreto de un longevo matrimonio

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photo_camera Ricardo Martínez y Luz Barros, ante el altar, en Éntoma.

La iglesia de Éntoma (O Barco) acogió ayer, por cuarta vez, la boda de Ricardo Martínez Tato y Luz Barros Arias. 65 años después de la primera ceremonia, el matrimonio volvió al altar para renovar su compromiso

Ricardo Martínez Tato y Luz Barros Arias, de 85 y 86 años, respectivamente, acudieron ayer ante al altar de la iglesia de su pueblo: Éntoma (O Barco). No fue la primera vez que ocuparon el lugar destinado a las parejas de novios, ni la segunda, tampoco la tercera. La de ayer era la cuarta ocasión en la que esta pareja renovó sus votos matrimoniales. Una relación matrimonial de 65 años da para mucho. Atrás quedaron la ceremonia nupcial, las bodas de plata y oro, pero el amor pervive. Este, como el buen vino, gana cuerpo con el paso de los años. Al menos, así lo afirmaron momentos antes de entrar en el templo. "Siempre nos quisimos y nos queremos. Ahora más que nunca, porque ahora nos necesitamos", comentó Ricardo Martínez.

No es fácil encontrar matrimonios que lleven casados 65 años, por lo que sería imperdonable dejar pasar la ocasión de preguntarles qué secreto esconden. "El secreto es aguantar. Unas veces se está bien", zanjó Luz Barros. Ella y su marido poseen una veta de experiencia que es obligado aprovechar para preguntarles: ¿Qué aconsejan a los jóvenes que piensan en casarse? En esta respuesta también coincidieron: "Que lo piensen antes. No está bien casarse y separarse a los tres años. Los niños son los que pagan las consecuencias. Nosotros llevamos 65 años casados. Nos conocimos de niños y aún hay cosas que desconocemos el uno del otro", sentenció Ricardo Martínez.

La boda fue oficiada por el párroco de Éntoma, Juan José Prieto, y monseñor Perfecto Vázquez, que ya estuvo en las dos anteriores y que viajó expresamente desde Nueva York.

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