Los vecinos y el Concello de O Barco aportaron 15.700 euros para el arreglo del hospital de Kilela Balanda, en el Congo. Fue rehabilitado con 101.625 en una campaña promovida por Cáritas.
El responsable de Cooperación Internacional de Cáritas de Astorga, Florentino García, viajó hasta O Barco para rendir cuentas de la campaña desarrollada por el colectivo el Congo. En este país vivió 13 años, tres menos que Magda Keunen, quien ayer le acompañó en su visita a la parroquia barquense.
Florentino García explicó que la campaña de recogida de fondos realizada en el último año permitió rehabilitar el hospital de Kilela Balanda, que tiene un área sanitaria de 56.000 habitantes. En la Diócesis de Astorga, se recaudaron 101.625 euros, que permitieron ejecutar el 75% de la obra proyectada inicialmente y de los cuales 15.700 fueron aportados por los vecinos de O Barco y su Concello. La campaña fue promovida por la parroquia de O Barco y por el grupo de Misioneras de María de la villa.
Los trabajos consistieron en la renovación del mobiliario, la reconstrucción de las cubiertas y su dotación con mobiliario para que desarrolle su labor.
Ahora, el reto está en sostenerlo. Cáritas Astorga adquirió el compromiso de sostener el hospital durante tres años, explicó Florentino García, quien indicó que este colectivo aportará 1.000 euros todos los meses. Éste es el objetivo que se fijó la agrupación de Cáritas y para el que irán los fondos conseguidos mediante la tienda de comercio justo, que abrirá entre los días 16 y 23 de noviembre. Ofrecerá desde obras de pintura africana hasta artesanía procedente de América, África y Asia.
El responsable berciano de Cáritas aprovechó su estancia en O Barco para apuntar que, paralelamente a la reconstrucción del hospital, se construyó una escuela para los niños de la calle del Congo, un programa en el que participan familias de O Barco, según explicó Florentino García.
Asimismo, recordó la atención que Cáritas dedica a otros proyectos, centrados en la atención a niños discapacitados, o en la creación de un comedor infantil. Tres días a la semana, los niños reciben una papilla dietética, apuntó.
Florentino García explicó que la campaña de recogida de fondos realizada en el último año permitió rehabilitar el hospital de Kilela Balanda, que tiene un área sanitaria de 56.000 habitantes. En la Diócesis de Astorga, se recaudaron 101.625 euros, que permitieron ejecutar el 75% de la obra proyectada inicialmente y de los cuales 15.700 fueron aportados por los vecinos de O Barco y su Concello. La campaña fue promovida por la parroquia de O Barco y por el grupo de Misioneras de María de la villa.
Los trabajos consistieron en la renovación del mobiliario, la reconstrucción de las cubiertas y su dotación con mobiliario para que desarrolle su labor.
Ahora, el reto está en sostenerlo. Cáritas Astorga adquirió el compromiso de sostener el hospital durante tres años, explicó Florentino García, quien indicó que este colectivo aportará 1.000 euros todos los meses. Éste es el objetivo que se fijó la agrupación de Cáritas y para el que irán los fondos conseguidos mediante la tienda de comercio justo, que abrirá entre los días 16 y 23 de noviembre. Ofrecerá desde obras de pintura africana hasta artesanía procedente de América, África y Asia.
El responsable berciano de Cáritas aprovechó su estancia en O Barco para apuntar que, paralelamente a la reconstrucción del hospital, se construyó una escuela para los niños de la calle del Congo, un programa en el que participan familias de O Barco, según explicó Florentino García.
Asimismo, recordó la atención que Cáritas dedica a otros proyectos, centrados en la atención a niños discapacitados, o en la creación de un comedor infantil. Tres días a la semana, los niños reciben una papilla dietética, apuntó.
