La carretera N-120 incrementa sus problemas de envejecimiento

Señal del trazado alternativo.
photo_camera Señal del trazado alternativo.

En marcha nuevas obras para consolidar la calzada de la carretera N-120 en el tramo de Rubiá, recientemente hundido

Los usuarios de la carretera N-120 deberán volver a extremar las precauciones en el tramo próximo al núcleo de Biobra (Rubiá). La reconstrucción del paso inferior que favoreció la aparición de un enorme socavón en la calzada de la nacional el pasado 17 de enero obligó a retomar los trabajos en este punto al objeto de consolidar el vial de forma definitiva y todo apunta a que la duración de estas obras se aproximará a un mes.

Estos trabajos podrían llevar aparejada la reducción de sus tres carriles a solo uno, lo que conlleva la colocación de semáforos para facilitar la circulación de vehículos y las consiguientes molestias para una comarca, Valdeorras, cansada de escuchar durante demasiados años promesas acerca de la autovía que mejorará su comunicación con la capitalidad provincial: la A-76. En su último anuncio respecto a esta demandada infraestructura, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana emplazaba la licitación de las obras del primer tramo, Villamartín de la Abadía-Requejo (León), para este año.

En las últimas horas, ya podían verse en el tramo de Biobra de la carretera N-120 las señales viarias avisando de la regulación del tráfico por semáforos, así como las líneas horizontales provisionales que definirán el carril por el que deberán circular los vehículos. Estas medidas fueron complementadas con la colocación de bandas rugosas sobre la calzada que buscan conseguir que los conductores reduzcan la velocidad y así aumentar su propia seguridad.

Aumento del tráfico

Estos trabajos coincidirán con el más que previsible aumento del número de vehículos que circulen por ese punto como consecuencia del inicio de las vacaciones y de los desplazamientos de numerosas familias a sus destinos vacacionales. No es éste el único factor que preocupa a los usuarios de la vieja N-120. Un buen número de conductores de Valdeorras también tiene la vista puesta en la evolución de las obras de reconstrucción del viaducto de la autovía A-6 en O Castro, en Piedrafita (Lugo). Su colapso, en junio de 2022, llevó al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana a acondicionar un polémico desvío opcional, dejando la principal vía de comunicación de Valdeorras como alternativa del citado acceso entre la Meseta y A  Coruña.

La necesidad de desviar el tráfico de la A-6 por la N-120 llevó a acelerar la búsqueda de soluciones para abrir la calzada de la carretera nacional en su totalidad nada más hundirse la calzada el pasado 17 enero. El socavón mantuvo inutilizados dos de sus tres carriles durante varios días obligando a regular el tráfico con semáforos, al igual que sucederá en los próximos días, en tanto no finalizan los trabajos que buscan consolidar para siempre el tramo.

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