La posibilidad de que insectos como los perforadores de los pinos se multipliquen en el arbolado que sobrevivió a los grandes incendios del mes de julio, ocurridos en O Courel y Valdeorras y que arrasaron 11.100 y 10.500 hectáreas, respectivamente, llevó a los técnicos de la Consellería do Medio Rural a acordar la colocación de trampas de embudo con feromonas para proceder a su captura. Serán montadas en el concello lucense de A Pobra de Brollón y en los valdeorreses de O Barco y Carballeda de Valdeorras.
A la hora de acordar la instalación de las trampas que permitirán capturar insectos como el Ips sexdentatus o el Tomicus sp, jugó un papel fundamental la gran cantidad de árboles muertos o que quedaron muy debilitados por la acción de las llamas. Su presencia en los montes de los citados concellos propicia un fuerte incremento de la población de insectos, que acuden a esas zonas atraídos por su madera.
Para evitar que estos insectos perforadores se propaguen en las masas de pinos colindantes de estas zonas, cuyos árboles fueron debilitados por los incendios forestales, los técnicos decidieron tomar varias medidas. Entre ellas sobresalen dos. En primer lugar, la eliminación de la madera quemada durante los incendios y también la colocación de trampas con feromonas sexuales. Esta última iniciativa persigue dos objetivos fundamentales: realizar un seguimiento del tamaño de las poblaciones de los insectos citados anteriormente y, al mismo tiempo, proceder a una captura masiva de los ejemplares que las conforman.
Según informó la Consellería do Medio Rural, todas estas trampas de embudo, que serán colocadas en los distritos forestales IX y XIII, van a ser revisadas cada dos semanas. Esta labor de seguimiento permitirá realizar un control de las poblaciones de estos insectos al objeto de evitar su proliferación.
Las trampas de escolítidos serán colocadas en cuatro puntos del perímetro de la zona quemada en Valdeorras y 10 de A Pobra de Brollón-O Courel.
