La pasarela de moda del Centro Comercial Aberto (CCA) O Barco volverá a exhibir los modelos de las tiendas asociadas. Lo anunció ayer el presidente del colectivo, Jacobo Arias, quien explicó que la asociación ya comenzó a trabajar en la organización de un evento que faltó los últimos dos años a causa de la pandemia del covid, pero que goza de una enorme popularidad en todo el oriente provincial. El regreso este evento es una buena noticia para el comercio, los vecinos y también para una economía local que comienza a sacudirse los efectos de la pandemia. “La situación está mal pero continuamos sobreviviendo prácticamente todos los negocios. Algunos cerraron, pero otra gente tiene iniciativas y los vuelve a abrir. Eso para nosotros es bueno”.
El alza de los costes de funcionamiento, los elevados precios de alquiler de los bajos comerciales, la dificil competencia de la venta “online” o los limitados salarios no logran frenar una actividad que desarrollan mayoritariamente negocios pequeños y familiares. Arias considera que la situación podría ser peor: “El trabajo no escasea, en una ciudad grande, los gastos son mayores y no encuentras trabajo de hoy para mañana”.
La recuperación del evento apunta a un alivio en las restricciones impuestas por las autoridades sanitarias y a la paulatina recuperación de la tan ansiada normalidad, aunque esta no llegará de la noche a la mañana y los directivos del CCA O Barco también toman medidas. “Queremos darle un pequeño cambio en la ubicación y en la forma de hacerlo. Por el problema del covid, la Praza do Concello, donde se organizó otros años, se nos queda pequeño y no queremos aglomerar gente. Estamos valorando varias zonas. Se quiere retomar y con muchas ganas”, explicó su presidente.
Los comerciantes aún no tienen claro si contratarán la organización a una empresa externa o si ellos mismos asumirán esta labor. En todo caso, ya barajan el próximo mes de abril como fecha más adecuada para su organización. En las últimas semanas mantuvieron contactos encaminados a arrancar con los preparativos.
La hostelería es el sector más castigado
El momento presente no es bueno para los negocios, pero estos se resisten a desaparecer. “Quizá no se mueve tanto dinero, o no se vende tanto, pero la gente intenta que el negocio funcione. Esperemos seguir durante tiempo. Vamos a seguir con campañas que quedaron pendientes y otras nuevas”, explicó Jacobo Arias. Resaltó el apoyo recibido, tanto del centenar de asociados del CCA O Barco como de la población en todas las actividades desarrolladas, respaldo que se volvió a ver el Día de San Valentín, pese a que la meteorología no ayudó.
La pandemia del covid-19 castigó al sector del comercio, pero sus consecuencias aun fueron mayores en la hostelería. Esta circunstancia fue apuntada por el presidente del comercio barquense. “La hostelería fue la rama más afectada. Cuando se repartieron las tarjetas Máis Barco, que también se podían usar en la hostelería, el sector tuvo que cerrar”, explicó. Esta circunstancia restó una importante fuerte de ingresos, pues el Concello subvencionaba 20 de los 50 euros de cada tarjeta, a gastar en los establecimientos comerciales barquenses, siendo la aportación municipal 100.000 euros. “La hostelería cerró y no se benefició, cuando las tarjetas eran para todos”, puntualizó.
