La fachada de una casa en ruinas de Vales (O Barco) se derrumbó, amenazando a los vecinos que residen en las viviendas próximas. Las inclemencias meteorológicas se aliaron con los materiales usados en estas construcciones -piedra y barro- para acelerar su ruina. El Concello tramita una docena de expedientes de derribo.
Una familia de Vales (O Barco) fue sorprendida por el derrumbamiento de la fachada de la casa de enfrente. No es la única construcción en mal estado de este pequeño pueblo, de 41 habitantes. El Concello inició tres expedientes de derribo en la localidad, aunque la lenta tramitación demora su resolución.
As casas son de terra e pedra e en canto chove un pouco véñense abaixo, comentó el miércoles dos de enero un vecino. Además, apuntó que suele aparcar su coche ante la fachada que se derrumbó. Os outros veciños pasan por aquí unha vez ao ano, pero nós o facemos a diario, añadió.
Después del derrumbamiento, los agentes de la Policía Local de O Barco cercaron el lugar para evitar cualquier daño, máxime si las paredes que quedaron en pie se desmoronan.
El concelleiro de Medio Rural barquense, Luis Arias, resaltó la lentitud de los trámites que deben realizarse antes de proceder al derribo de las viviendas ruinosas. El 90% de las casas son de herederos de los propietarios originarios y viven en el extranjero, dijo.
En la actualidad, el Concello tramita una docena de expedientes de casas en ruinas. La mayoría están ubicadas en la villa barquense, pero también las hay en Vales, Santigoso y A Proba.
Pagan el derribo a cambio del terreno
Ante la lentitud de los trámites correspondientes a los expedientes de derribo de casas en ruinas, el equipo de gobierno ofrece a sus propietarios la posibilidad de cederlas a los linderos. La propiedad no vale tanto como el coste de los trabajos de derribo, comentó el edil.
Añadió que esta opción salió adelante en dos casos -en Vilanova y Santigoso-, en los cuales, los propietarios de los solares lindantes asumieron el coste de la demolición, a cambio de quedarse con la casa. A ellos podría sumarse en fechas próximas un tercero, propietario de una construcción en Éntoma.
DERRIBOS
Las brigadas municipales derribaron dos casas ruinosas de Vales.
El Concello cobrará la demolición a los propietarios de las construcciones.
Los vecinos afirman que el problema del peligro que suponen las casas en ruinas se arrastra desde hace años y fue planteado a los anteriores alcaldes de O Barco.
As casas son de terra e pedra e en canto chove un pouco véñense abaixo, comentó el miércoles dos de enero un vecino. Además, apuntó que suele aparcar su coche ante la fachada que se derrumbó. Os outros veciños pasan por aquí unha vez ao ano, pero nós o facemos a diario, añadió.
Después del derrumbamiento, los agentes de la Policía Local de O Barco cercaron el lugar para evitar cualquier daño, máxime si las paredes que quedaron en pie se desmoronan.
El concelleiro de Medio Rural barquense, Luis Arias, resaltó la lentitud de los trámites que deben realizarse antes de proceder al derribo de las viviendas ruinosas. El 90% de las casas son de herederos de los propietarios originarios y viven en el extranjero, dijo.
En la actualidad, el Concello tramita una docena de expedientes de casas en ruinas. La mayoría están ubicadas en la villa barquense, pero también las hay en Vales, Santigoso y A Proba.
Pagan el derribo a cambio del terreno
Ante la lentitud de los trámites correspondientes a los expedientes de derribo de casas en ruinas, el equipo de gobierno ofrece a sus propietarios la posibilidad de cederlas a los linderos. La propiedad no vale tanto como el coste de los trabajos de derribo, comentó el edil.
Añadió que esta opción salió adelante en dos casos -en Vilanova y Santigoso-, en los cuales, los propietarios de los solares lindantes asumieron el coste de la demolición, a cambio de quedarse con la casa. A ellos podría sumarse en fechas próximas un tercero, propietario de una construcción en Éntoma.
DERRIBOS
Las brigadas municipales derribaron dos casas ruinosas de Vales.
El Concello cobrará la demolición a los propietarios de las construcciones.
Los vecinos afirman que el problema del peligro que suponen las casas en ruinas se arrastra desde hace años y fue planteado a los anteriores alcaldes de O Barco.
