Un tren de mercancías que transportaba productos químicos descarriló ayer en Vilamartín de Valdeorras. A pesar de la alerta inicial, no se tuvieron que lamentar heridos y el riesgo fue mínimo en todo momento. El accidente supuso el corte de la línea ferroviaria, dado que se trata de un tramo de vía única que quedó inutilizada.
El convoy, un mercancías operado por Renfe bajo el número 52761, cubría la ruta entre León-Clasificación y Vigo-Guixar. Alrededor de las 16,45 horas, el maquinista miró por el retrovisor y se percató de que se había levantado una nube de polvo en la cola del tren. Un total de cinco vagones, tal y como confirmaron fuentes presenciales, salieron despedidos.
Sucedió a la altura de los desvíos de la salida de Vilamartín, según informaron desde Adif. Según sus primeros datos, el tren estaba compuesto por 16 vagones. La locomotora quedó a más de 700 metros del lugar del descarrilamiento, dado que el conductor no notó el accidente hasta pasada esa distancia. Los hechos acontecieron en una larga recta de más de un kilómetro, próxima a las piscinas municipales de la localidad.
Técnicos ferroviarios todavía investigaban las causas del accidente al cierre de esta edición. Fuentes de Renfe explicaron que se pudo tratar de un fenómeno conocido como “garrote” en el argot ferroviario. Se trata de una deformación de las vías, en este caso, posiblemente producida debido a las altas temperaturas. Precisamente en Vilamartín se registró la mayor temperatura de Galicia: 42,8 grados.
El alcalde de Vilamartín, Enrique Álvarez Barreiro, fue de los primeros en alcanzar el lugar del siniestro. “Cuando llegué allí, el maquinista estaba en perfectas condiciones y ya estaba avisando por teléfono”, relató. El maquinista advirtió de que transportaba mercancías peligrosas. En concreto, uno de los vagones contenía argón refrigerado -un gas noble-, mientras que otro almacenaba aceites esenciales para la elaboración de productos cosméticos, tal y como detallaron fuentes de Renfe. Este último presentaba una fuga que afectó a la carretera paralela al ferrocarril. En todo caso, Barreiro comentó que en principio “no representan un peligro”.
Al lugar se desplazaron miembros de Adif, Bombeiros de Valdeorras, GES de O Barco, Guardia Civil y Protección Civil de Vilamartín. Además, la Xunta activó por precaución el Plan de Protección Civil ante accidentes en el transporte de mercancías peligrosas. Las autoridades han acordonado el área, restringiendo el acceso al lugar por precaución.
El accidente impidió el tránsito de dos servicios: el regional Vigo-Ponferrada y el Alvia Barcelona-Galicia. Los pasajeros fueron trasladados en autobús entre Monforte y Ponferrada. Previsiblemente, la afectación continuará hoy.
Tal y como pudo saber este periódico, el maquinista habría alertado de que transportaba productos químicos. Los servicios de emergencia están en estos momentos evaluando el alcance del peligro. En la zona se han registrado las temperaturas más extremas de la jornada en toda Galicia, con hasta 42,8 grados.
No es la primera ocasión en la que descarrila un mercancías en Valdeorras. En julio de 2020, también se salió de la vía un convoy en el concello de Carballeda, en las proximidades de Sobradelo. Por aquel entonces, los trabajos del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) para despejar la vía levantaron una polémica polvareda: tiraron dos de los vagones al río Sil. Los hechos le costaron una multa de 45.000 euros al gestor de la infraestructura después de un expediente de la Xunta, y otra de 10.000 a Renfe, que tramitó la Confederación Hidrográfica Miño-Sil. En las proximidades de la comarca, concretamente en Quiroga, un tren que prestaba el servicio Alvia descarriló en agosto de 2022, sin dejar heridos. En esta ocasión, la causa fue un desprendimiento.
