Los barquenses respondieron a la invitación de los empresarios a una fiesta que cambió la calle por el parqué de la pista para escapar de la lluvia.
El pabellón municipal viejo de O Barco fue ayer escenario de los juegos y bailes de los niños de la villa, que en su mayoría acudieron disfrazados a la fiesta. Si un día antes, el mal tiempo restó asistencia a las actividades programadas para la Praza Maior de la villa, ayer, la cubierta de la antigua cancha deportiva protegió a los asistentes de las inclemencias meteorológicas.
Durante la tarde, en las inmediaciones del pabellón municipal se escuchó la música, voces y gritos de los animadores, también disfrazados, y de los niños. Mientras, en el interior, las madres se posicionaban en torno a la pista para supervisar que la fiesta se desarrollase sin sobresaltos.
Hoy le toca el turno a los mayores. El concejal de Cultura, Eduardo Ojea Arias, confirmó que el desfile de comparsas saldrá, a las 17,30 horas, del Hospital Comarcal Valdeorras. Habrá premios para los participantes, hasta un total de 5.000 euros y que se repartirán en función de los participantes: de 10 a 20 personas (150 euros), de 21 a 30 (200), de 31 a 40 (250) y 295 para las de más de 41.
Las comparsas que no saldrán son las de A Rúa, pues el Concello decidió aplazar el desfile hasta el sábado, a causa de las inclemencias meteorológicas.
