Empresas ourensanas dedicadas a colocar pizarra rechazan obras por falta de mano de obra

Instalaciones del centro de FP Sobradelo Carballeda.
photo_camera Instalaciones del centro de FP Sobradelo Carballeda.
Los profesionales de un oficio propio de la comarca valdeorresa se queda sin relevo generacional

La pizarra es el motor económico de Valdeorras. Estimaciones recientes atribuían aproximadamente el 26 % del producto interior bruto PIB a la producción de la roca, generando unos 2.500 empleos directos, a los que habría que añadir los trabajadores de las empresas de colocación de pizarra, que superan ampliamente el millar. Sin embargo, la falta de relevo generacional entre los colocadores enfrenta a estas industrias a un serio problema. “Podríamos coller máis obras se tivésemos máis equipo de traballo. Hai unha carga de traballo horrorosa”, comentó Noelia Blanco, de Cubiertas Hermanos Blanco y portavoz de los empresarios del polígono barquense de A Raña.

Las características del trabajo de los colocadores de pizarra exigen unos conocimientos muy particulares, pues requiere saber cómo deben ir solapadas las piezas o su colocación, en función de la inclinación de la cubierta. Son unas nociones que cada vez menos profesionales poseen, pues los que llevan años se jubilan y las empresas se ven obligadas a buscar peones y formarlos cuando los encuentran.

“É un traballo artesanal”, comentó Noelia Blanco. Y es que los conocimientos que adquiere el colocador le pueden permitir montar su propia empresa, un atractivo que sigue sin ser suficiente para captar trabajadores.

El problema de la falta de profesionales no es exclusivo de la colocación de pizarra. También las empresas de producción de la piedra tienen serios problemas para conseguir personal especializado, al igual que sucede en las empresas dedicadas a la actividad constructiva. “Hay pocas empresas porque no hay gente. Rara es la semana en la que no llega alguna propuesta de obra”, comentaron fuentes del sector de la construcción.

El IES Sobradelo Carballeda imparte el Ciclo de Grado Medio de Técnico en Construcción, repartido en dos años, con los módulos: Construcción, Encofrados; Obras de urbanización; Revestimientos; Solados, Azulajados y Chapados, Fábricas; Formación Orientación Laboral; Interpretación de Planos; Hormigón Armado, Organización Trabajos de Construcción; Cubriciones; Impermeabilización-Aislamientos; y Empresa-Iniciativa Emprendedora. Pese a la demanda de trabajadores, este año solo cubrió 9 de las 22 plazas que oferta.

Sin operarios a pesar de mil parados

El problema de la falta de colocadores de pizarra se da en una comarca que el pasado mes de enero contabilizó 1.060 desempleados, según los datos facilitados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social. Este mismo organismo especifica que aproximadamente medio centenar de los inscritos en la Oficina de Empleo pertenece al sector de la construcción. O Barco y A Rúa, con 30 y 11 personas, respectivamente, son los concellos de mayor población y los que alcanzan el mayor número de unas cifras de paro que tienen en el sector servicios su cuantía más elevada, al alcanzar los 678. 

En todo caso, el número de parados descendió un 10 % respecto a las cantidades contabilizadas durante el mes de enero de 2023. En aquel entonces, el cómputo total alcanzaba los 1.183, correspondiendo a los desempleados de la construcción en torno a los 60, a su vez, otros 742 registros corresponderían al sector servicios.

Ya en referencia a los contratos firmados en los meses de enero de los años 2024 y 2023, el total descendió ligeramente, pues pasó de 577 a casi 550, respectivamente. En este apartado de la contratación laboral, cabe reseñar que el sector de la construcción pasó de aproximarse a los 40 a no alcanzar los 35.

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