Este edificio y el de la residencia llevan tres años cerrados, desde que finalizó su construcción

La falta de ayudas de la Xunta impide abrir el centro de Asfaval

Sólo la planta baja del edificio de Asfaval está siendo utilizado, en O Barco. (Foto: J.C.)
La falta de ayudas impide la apertura del centro de día y de la residencia para disminuidos psíquicos de O Barco.
Tres años después de que finalizasen los trabajos de construcción y dotados con mobiliario, la Asociación de Familiares de Disminuidos Psíquicos de Valdeorras (Asfaval) aún espera recibir la ayuda de la Xunta que permitirá ponerlos en marcha. '¡Que se acuerden de que Valdeorras está en el mapa!. La Consellería de Traballo e Benestar tiene que mojarse. La residencia y el centro de día no pueden quedar otros tres o cuatro años parados', manifestó María José Conde Moral, presidenta del colectivo. En estos momentos, la agrupación solo usa la planta baja -donde están la cocina, el comedor y la sala-, permaneciendo inutilizadas las dos restantes.

El último inventario realizado del edificio cuantificó en más de 1.100.000 euros el coste del inmueble. Una inversión muy grande que fue financiada, en parte, gracias a los préstamos personales de varios directivos, quienes aún deben entregar 40.000 euros al banco para cancelarlos. La presidenta de Asfaval alude al esfuerzo de la directiva y de los socios para reclamar la firma del convenio con la Xunta, por el cual la Administración gallega subvencionará determinado número de plazas. El nuevo edificio fue construido para atender a 40 personas. Pese a ello, Asfaval asume que no se cubran en su totalidad. 'No pretendemos las 40 plazas. Queremos negociar y llegar a un acuerdo con la Administración', expuso María José Conde. La portavoz cambió las críticas en elogios cuando se refirió a la Diputación provincial. Recordó que el organismo que preside Manuel Baltar otorgó una ayuda de 75.000 euros. Esta suma fue bien recibida en una asociación que no dispone de demasiados recursos. 'Vivimos muy al día', añadió.

Las dificultades económicas pesan duramente sobre las familias. Cinco de ellas no pudieron afrontarlas y abandonaron Asfaval, dejando en 16 la relación de internos. De su atención se ocupan tres personas, que los recogen en sus casas y que los devuelven una vez finalizada la jornada. María José Conde teme que la falta de ayudas obligue a los socios a recorrer grandes distancias para acudir a otros centros, pues los más próximos están en Monforte y Ponferrada.



“Algunos colectivos deben tener ayudas'

La presidenta de Asfaval planteará sus necesidades en la Consellería de Traballo e Benestar, que dirige Beatriz Mato, una vez finalizadas las Navidades, a principios de 2013. 'No tiene sentido invertir en el edificio y ahora tenerlo así. Este servicio es prioritario', dijo.

María José Conde no es la única que pretende hacerse oír en San Caetano. El alcalde socialista de O Barco, Alfredo García Rodríguez, solicitó una entrevista con la conselleira y la infrautilización del edificio de Asfaval es uno de los asuntos que llevará en su cartera. 'La Xunta debe asumir que determinados colectivos tienen que recibir ayudas', afirmó. El regidor también cree que las instalaciones destinadas a la residencia y al centro de día deben abrir para evitar que acusen el abandono. 'Los edificios cerrados lo único que hacen es deteriorarse', expresó.

Los problemas económicos no logran frenar la actividad del colectivo de familiares de disminuidos psíquicos. Sus socios ocuparán uno de los puestos del 'Mercadiño de Nadal' que abrirá hoy en la Praza do Concello de O Barco. El próximo viernes, 21 de diciembre, viajarán a Rubiá. Aquí, visitarán la residencia de ancianos, donde compartirán unos momentos con los internos, al igual que hicieron el año pasado en otros geriátricos de la comarca.

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