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El mal tiempo obliga a trasladar muchas matanzas domésticas hasta la Navidad

La humedad desbarató los planes de las familias que habitualmente optan por el puente de la Constitución

 

Los días previos al puente de la Constitución invitaban a presagiar que el tiempo acompañaría las matanzas domiciliarias. No sucedió así, el jueves fueron muchas las familias que sacrificaron sus cerdos. El tirón no continuó. Todo lo contrario, este domingo la humedad reinante jugó en contra de la tradición y fueron muy pocas las casas donde mataron animales.

"É complicado. Hai moita humidade", comentó Guzmán Díaz Rodríguez, de la petinesa Cárnicas Murias. Añadió que la mejor forma de combatir este factor adverso es recurrir al humo. "O mellor que hai para combatir a humidade é o fume", afirmó. También apuntó que esta decisión puede llevar aparejada que varíe su color. "Se afumas moito, os embutidos quedan negros", comentó.

Coincide con él el veterinario barquense Manuel Fernández López, del Centro Veterinario Arume: "Con esta humidade será complicado que cure a carne. Hai que afumala ben, ou utilizar ventilación fozada, como nos secadeiros".


Tradición en decadencia


Año tras año se repite el viejo mantra de que las matanzas domiciliarias van a menos. "Cada vez hai menos", indicó Manuel Fernández. A su vez, el industrial petinés aseguraba que "facía anos que o tempo non estaba tan propicio. A pesares de iso, está parado. A xente está reacia". En todo caso, Guzmán Díaz se resiste a dejarse ganar por el pesimismo. "Só levamos unha semana de campaña. Pode ser que pase", dijo.

Según sus estimaciones, las familias pudieron variar las fechas que venían eligiendo para sacrificar sus animales. Si hasta no hace mucho, los festivos del puente de la Constitución eran los días elegidos, ahora, esta tradición podría haberse retrasado hasta las fechas navideñas. La búsqueda de unas mejores condiciones meteorológicas estarían detrás de esta variación.


La peste porcina china encarece el precio de la carne de la matanza


Los mercados internacionales de la carne también tienen su reflejo en una tradición tan local como es la matanza. Lo afirmó Guzmán Díaz, quien fue rotundo al apuntar que "o porco está moi caro".

En este sentido, explicó que si hasta no hace mucho el precio del kilo de carne en canal oscilaba en torno a los 2,60 euros, en la actualidad, los compradores deben abonar 2,95 euros por esa misma pieza.

La razón de este encarecimiento del producto está muy lejos del oriente provincial. Más concretamente, en China. un país que está siendo azotado por la peste porcina, mal que ya provocó una reducción de más del 20% de su producción de carne de cerdo. Según la Federación de Empresas Cárnicas, las exportaciones españolas de estos animales al país asiático aumentaron un 80 % desde el inicio de la epidemia. Las estimaciones indican que ese mercado precisará comprar cuatro millones de toneladas durante 2020, saliendo buena parte de ellas de territorio español.

Esta situación propicia que los importadores asiáticos acudan a los mercados europeos para hacerse con el producto "China está comprando en moitos países", comentó el industrial de Petín. Añadió que sus clientes son más próximos pues, salvo contadas excepciones internacionales, los más lejanos están en tierras catalanas.

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