En libertad una de las acusadas por el crimen de Leticia Sanabria en O Barco

Edificio de los juzgados de O Barco.
photo_camera Edificio de los juzgados de O Barco.
Leticia Sanabria, una joven de 19 años, fue asesinada mediante asfixia en septiembre de 2021

El Juzgado de Instrucción número 1 de O Barco sobreseyó la causa que pesaba sobre una de las dos detenidas en relación a la muerte de la joven Leticia Sanabria, producida en esta localidad ourensana en septiembre de 2021. Con esta decisión, sobre esta mujer, de origen brasileño y amiga de la víctima, no pesa ya ninguna acusación. En consecuencia queda como única acusada Fátima A, conocida con el  sobrenombre de Jenny. Tanto ella como la víctima tenían alquilada una habitación en el club Osiris, un popular local de alterne orillado en la N-120 a su paso por la villa.

Las acusaciones personadas en la causa solicitaron que el juzgado archivase la investigación en relación a la mujer brasileña, toda vez que las diligencias practicadas permitían descartar que se encontrase en la vivienda de la víctima la noche de los hechos, como en un principio se creyó.

Con ello, la única investigada por este crimen es una mujer de origen nigeriano que residía en la misma vivienda que Leticia Sanabria y que alertó a la hasta ahora investigada tras supuestamente localizar su cadáver. La víctima, que tenía 19 años, falleció asfixiada. Ambas mujeres fueron detenidas en noviembre de 2021, dos meses después del crimen. La ahora exculpada permaneció un año en prisión provisional, hasta que fue puesta en libertad. La principal acusada continúa en la cárcel a la espera de juicio. 

Diez mil euros al mes

La víctima, con ingresos estimados en torno a los 8.000 u 10.000 euros mensuales, había llegado a O Barco desde su país de origen, Paraguay, tres años antes y acaparó a muchos de los clientes de Fátima, que llevaba más tiempo en el negocio. 

En un principio, había una buena relación entre ellas. Pero Fátima, según apuntaron testimonios, “ejercía una especie de dominación sobre Leticia”.  Y, según parece, no llevaba bien el éxito profesional de una de sus mejores amigas, que también trabajaba en el piso, e incluso la víctima le habría tenido que prestar dinero.

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